Zapatero acusa al PP de mentir y de hacer "patriotismo de hojalata"

El presidente del Gobierno recuperó ayer su tono más duro contra el PP y, en un ambiente mitinero muy parecido al de una contienda electoral, calificó de "patriotismo de hojalata" la postura mantenida por la oposición durante la negociación del presupuesto de la UE. José Luis Rodríguez Zapatero aprovechó el cierre de la campaña de contraataque a los populares para tranquilizar a las bases del PSOE, inquietas por las últimas encuestas: "Cada vez que el PP anuncia que va a pasar algo muy grave, sonreíos, porque el tiempo juega en su contra. ¿Dónde está toda la basura que intentaron sembrar sobre el 11-M?".

La campaña Hacia una España mejor, diseñada por el secretario de organización, José Blanco, para contrarrestar los malos resultados de las encuestas, culminó con un gran acto de Zapatero en Torrejón de Ardoz (Madrid). Allí estuvo arropado por siete ministros y 3.000 personas imbuidas en ese espíritu de campaña que les llevaba a pedirle insistentemente "¡dales caña, Zapatero!". Él, aunque bromeó al responder "creo que no hace falta", dejó el tono institucional para entregarse de lleno al mitin. Estaba claramente satisfecho con la negociación de Bruselas y muy enfadado con las críticas del PP, y en particular de su líder, Mariano Rajoy, quien le acusó de haber convertido a España en "la gran pagana de la ampliación europea".

"Quiero agradecer al PP todo lo que me ha apoyado en esta negociación", comenzó con sorna. "No, no lo digo en broma. Han hecho lo mismo que siempre, antes a Felipe González le llamaron pedigüeño, y ahora dijeron que yo entregaba los fondos de cohesión por la OPA que les tiene tan preocupados. Yo les doy las gracias porque resultan tan poco creíbles que lo único que logran es fortalecer al Gobierno, que ha conseguido mantener los fondos hasta 2013 y 2.000 millones de euros para I+D".

Ahí sí subió el tono. "Luego van de patriotas por la vida. ¡Patriotas de hojalata! Ser patriota es defender los intereses de España por encima de cualquier interés partidista. Y no subordinarse a nadie. Un Gobierno patriótico es el que pone por delante los intereses de los españoles a los de cualquier poderoso, por mucho que sea los EE UU". Con esta última frase, que recuperaba su primera decisión, la retirada de las tropas, el pabellón se puso en pie.

La campaña del PSOE, que ha sacado a la calle a casi todos los ministros en 45 actos en dos semanas, tenía como principal objetivo animar a los votantes socialistas y a las bases del partido, preocupadas por las encuestas que acercan el PP al PSOE en intención de voto. Zapatero insistió en esa línea, con la idea que el PP pagará sus errores: "Cuando llegue, vamos a tener una campaña electoral muy divertida. Sus antecedentes los delatan. ¿Dónde está toda la basura que intentaron sembrar sobre el 11 de marzo, lo de los desiertos lejanos? Mentiras, patrañas y embustes. Como no tenemos miedo a la verdad, menos vamos a tener miedo a las mentiras del PP".