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FÚTBOL | Diez años de la 'ley Bosman'

Una sentencia para el fútbol que alteró el baloncesto y el balonmano

La sentencia Bosman estará siempre ligada a un balón de fútbol, aunque Dupont, el abogado del jugador, tuviese claro desde el principio su influencia en el baloncesto o el balonmano. "Obviamente, daba por hecho que afectaría a otros deportes", asegura desde su despacho en Bélgica. Sin el triunfo jurídico del futbolista y del abogado, no se habrían originado otros casos, como el de la baloncestista polaca Lilia Malaja, que en 2000 peleó en los tribunales su derecho a trabajar en el CB Navarra como comunitaria. Le dieron la razón cuatro años antes de la ampliación de la UE al Este de Europa. El fallo se convirtió en una referencia para la resolución de los juicios de otros comunitarios B.

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Otra cosa es que los españoles cambiaran de aires. "El flujo más importante que hubo fue a Portugal", recuerda Juan Aísa, ex de Estudiantes, directivo de la agencia de representantes U1st Sports. "La gente que estaba entre la LEB y la ACB se iba a la Primera portuguesa porque abría un mundo de oportunidades y en algunos casos mejoraban el contrato. Pero no hubo una huida masiva", atestigua el escolta. Su trayectoria sirve de ejemplo: fue el primer español, con Alfonso Reyes, en "hacer las Europas", primero en Le Mans y luego en Pau, donde ganó la Liga.

Dada la afluencia masiva de profesionales que acuden a España a hacer méritos en la mejor Liga del continente y la mejor remunerada, el baloncesto español alcanzó un acuerdo a mediados de mayo. Para las plantillas de 11 jugadores se estableció un mínimo de cuatro seleccionables y un máximo de dos extracomunitarios. Para las de 12 jugadores, el mínimo de seleccionables será de cinco. A su vez, la Unión de Ligas Europeas de Baloncesto (ULEB) aprobó la libre circulación de jugadores a partir de 2005-06 en las competiciones que organiza. Una medida rechazada por las Ligas de Grecia, Francia y España.

El balonmano tampoco es lo que era. El Tribunal de Justicia de la UE aceptó en 2003 que el eslovaco Maros Kolpak, portero del TSV Oestringen, germano, compitiera sin ocupar plaza de extranjero. Desde entonces se le conoce como El Bosman del Este.

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