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Perfil | Albert Puyol

La tentación del lujo

Albert Puyol Pineda puede haber encontrado la horma de su zapato al ser nombrado presidente ejecutivo en España de Loewe, el buque insignia del grupo de lujo y moda Louis Vuitton Moët Henessy (LVMH) en el territorio español desde que lo comprara en 1996. Barcelonés, nacido en 1957, Pujol ha adquirido prestigio en los últimos años en el sector de la distribución. Buen gestor y amante del buen gusto y la estética, puede combinar en su nueva etapa profesional ambas facetas, según afirman quienes le conocen. Al frente de Women's Secret, la tienda de ropa íntima de mujer del Grupo Cortefiel, ha ganado muchos enteros por su dedicación y buen hacer en los últimos ocho años.

Los nuevos gestores del grupo textil que fundara la familia Hinojosa-Quirós (los fondos CVC, PAI y Permira) contaban con él, pero Puyol dijo que abandonaba por motivos personales y así se recogía en una nota informativa que se publicó, con su consentimiento, el pasado 24 de noviembre. Sin embargo, cuatro días más tarde, Cortefiel se desayunaba con la noticia de que era contratado para dirigir Loewe. En su antigua empresa les cuesta entender esta actitud que no es propia de su estilo. De trato amable, culto, europeísta y capaz de hacer equipos humanos y motivarlos, Puyol aborda el reto de dar músculo comercial a un entramado de 100 tiendas de lujo en varios países que han funcionado a tirones y que no acaban de hacer poso de marca enfocada a la rentabilidad.

Casado y con tres hijos, ha estado viviendo solo en Madrid (su familia en Barcelona) lo que cree que era un sacrificio y descansaba los fines de semana jugando al golf en El Ampurdán (Girona). A los 27 años comenzó a trabajar en Gallina Blanca y posteriormente en Agrolimen, donde aprendió las técnicas de distribución. Llegó hace ocho años al Grupo Cortefiel y a su firma Women's Secret, tras crear la marca de ropa interior Belcor de la compañía Vivesa. Puyol afirma que "aborda una nueva etapa en su carrera con el reto de hacer una gestión más precisa por la propia naturaleza del negocio del lujo, donde el margen de error es menor. Son disparos más precisos, pero apasionantes". Integrado en el principal conglomerado de lujo del mundo con más de 50 marcas y 1.700 puntos de venta, el reto se centra en relanzar la marca y ampliar clientes. Loewe se identifica con demasiada frecuencia con las personas maduras y sus altos precios hace que haya una gran capa de consumidores jóvenes con cierto poder adquisitivo a los que no engancha.

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