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Un accidente leve en la M-40 provoca 16 kilómetros de atasco en hora punta

La salida de la M-30 a la glorieta de San Vicente estará cerrada hasta el próximo 15 de enero

Dos accidentes leves y un corte de tráfico provocaron ayer importantes retenciones en Madrid. A las 9.27, finalizando la hora punta, hubo un siniestro en el kilómetro 57 de la M-40 que provocó 16 kilómetros de retención durante hora y media, según la Dirección General de Tráfico. Por la tarde, la A-2 (autovía de Barcelona) se convirtió en una ratonera para los conductores que volvían a casa, debido a otra colisión. Además, el cierre de la salida de la M-30 a la glorieta de San Vicente, realizado a las 14.20, complicó el tráfico en la zona, en la que hoy se esperan atascos.

A las 9.27 de ayer, en el kilómetro 57 de la M-40 -a la altura del desvío de la M-607, carretera de Colmenar-, se produjo un accidente leve. El vehículo implicado circulaba por el anillo interior de la vía de circunvalación en dirección a la A-1 (autovía de Burgos) en un momento del día en que la carretera comienza a vaciarse de vehículos por el final de la hora punta, que empieza a las siete de la mañana. Sin embargo, la hora punta se prolongó ayer durante hora y media más.

El accidente no causó heridos, pero sí una importante retención. Sólo 18 minutos después del impacto, a las 9.45, la fila de vehículos parados alcanzaba los 16 kilómetros. La cabecera del tapón bajó hasta el kilómetro 52 y la cola llegaba hasta el 36, en la salida de la M-511 hacia la Ciudad de la Imagen y Boadilla. Tráfico informó de que a las once de la mañana, hora y media después del impacto, la situación había vuelto a la normalidad en la zona.

Por la tarde, en el otro extremo de la ciudad, las cuatro gotas que cayeron se juntaron con otro accidente leve para dejar atrapados a miles de conductores en la A-2 (carretera de Barcelona). La colisión se produjo a la altura del puente de San Fernando, en el kilómetro 16 de la vía en sentido salida. Eran las 18.40. Pocos minutos después, la DGT informó de un "nivel rojo" (los vehículos parados) hasta el kilómetro 9. Las cámaras de tráfico de la DGT mostraron hasta casi las nueve de la noche una fila inmóvil de vehículos que trataban de regresar a sus domicilios. Con la A-2 saturada de coches, el colapso afectó también a la M-40 a su paso por esta carretera.

Otro punto que se preveía conflictivo era la conexión de la M-30 con la glorieta de San Vicente. El Ayuntamiento de Madrid había anunciado que cerraría alrededor de las once de la mañana de ayer la salida desde la vía de circunvalación hacia Príncipe Pío por la cuesta de San Vicente, uno de los principales puntos de entrada a la ciudad. Sin embargo, el cierre se pospuso en más de tres horas porque no hubo necesidad de cortar la vía al tráfico a la hora anunciada, por lo que la mañana fue tranquila en la zona.

Confusión

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Finalmente, a las 14.20 se cerró el acceso a la glorieta de San Vicente. Fuentes del Ayuntamiento reconocieron que los primeros momentos fueron de cierta confusión. Algunos conductores, ignorantes de esta incidencia, dudaban y no sabían qué hacer. Pero fue sólo media hora. Después los problemas llegaron por el propio diseño de la M-30. Cerrada la salida de la glorieta de San Vicente, la alternativa para los conductores que querían acceder a la zona era entrar por la plaza de San Pol de Mar.

Era en este tramo, de un kilómetro entre las dos salidas, donde se produjeron los mayores problemas. Justo en esta zona, por el mismo carril derecho del anillo interior de la M-30 -y 500 metros antes de la salida alternativa-, se incorporan los vehículos que provienen de la A-5 (carretera de Extremadura). Éstos, que entran, se juntan con los que quieren salir hacia la glorieta de San Vicente por este mismo carril, y ahí se produjo el atasco.

El verdadero impacto que producirá este corte causado por las obras de la M-30, que durará hasta el próximo 15 de enero, se verá hoy, según pronosticó un portavoz del Ayuntamiento. Ayer la zona aguantó el embate; sólo se notó un ligero aumento del tráfico en el paseo de la Florida y alrededores, en lo que es el recorrido alternativo a la salida cortada. El Ayuntamiento pide a los conductores que no usen como alternativa la salida de Virgen del Puerto, una calle que no aguantaría el aumento del tráfico.

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