Willy Suetens de Coen, defensor de las aves rapaces
Willy Suetens de Coen, defensor de las avez rapaces durante más de 40 años, falleció el pasado 15 de agosto, en su domicilio de Bélgica, a los 74 años.
Nacido en 1930, fue jurista y economista, administrador de banco de profesión. Su gran pasión fue la ornitología, actividad a la que consagró toda su vida. Autor internacional pionero, escribió infinidad de artículos en revistas científicas especializadas y numerosas obras de estudio y divulgación sobre las aves.
Participó en la creación, a finales de los sesenta, del Fondo de Intervención para las Rapaces (FIR). Fue el primer presidente de la sección belga de este mismo organismo, miembro del World Working Group on Birds of Prey y del Consejo Internacional para la Protección de las Aves. Asumió la presidencia del Consejo Superior para la Protección de la Naturaleza y el cargo de vicepresidente de Las Reservas Naturales y Ornitológicas de Bélgica, ASBL.
Willy Suetens era un apasionado de las rapaces, naturalista, fotógrafo y cineasta amateur. Dedicó todo su tiempo libre a mejorar el conocimiento de la biología de las rapaces europeas, con el fin de proteger las especies amenazadas. Su contribución científica y estética al estudio y protección de este grupo zoológico ha dejado una obra inmensa. Consiguió reunir una documentación fotográfica y cinematográfica sobre al menos 35 especies de rapaces, de las 38 que viven en Europa. "Fotografiar las rapaces fue siempre un medio para concretizar el objetivo supremo: proteger las rapaces y su medio". Su tarea contribuyó significativamente a la sensibilización de la población y a la inflexión de las legislaciones a favor de la protección de las rapaces, con especies tan emblemáticas como el quebrantahuesos en el Pirineo español.
Desde los años sesenta estuvo integrado en el movimiento activo conservacionista de toda Europa occidental. Junto a personajes relevantes a escala mundial como Paul Géroudet, Jean-François y Michel Terrasse, P. Van Groenendael y Francisco Bernis (padre de la ornitología en España), con los que mantenía una estrecha amistad, desplegó una intensa lucha para la declaración oficial de espacios naturales, protección legal de las aves y paralización de plantaciones de eucaliptos en zonas sensibles.
Aunque su actividad abarcó toda Europa, sentía especial predilección por España y Noruega. Y dentro de nuestro país por Extremadura, donde ha pasado largos periodos en las dos últimas décadas.
En Extremadura contribuyó de manera decisiva, a partir de mediados de los ochenta, a la conservación de determinados enclaves. Así, en colaboración con Adenex -Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura-, entidad de la que fue directivo y socio de honor, Willy Suetens sentó la piedra angular de la Reserva Biológica Sierra Grande en el municipio de Hornachos, con la aportación de una finca de 500 hectáreas de bosque y matorral mediterráneo, bajo la gestión de dicha asociación y destinada a la conservación de la comunidad de rapaces de esta sierra.
Este proyecto se mantiene en la actualidad, habiendo desplegado un intenso conjunto de acciones de conservación: centro de rehabilitación de fauna silvestre, comedero artificial para aves carroñeras, programa de recuperación del conejo de monte, refugio de caza menor, instalación de plataformas artificiales para el buitre negro y el águila imperial ibérica, etcétera. Actualmente, Sierra Grande de Hornachos está declarada Zona de Especial Conservación (ZEC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
Su obra, su huella y su figura perdurarán muchos años en Extremadura. Sirva nuestro reconocimiento público, en homenaje a su memoria.
Antonio Gentil Cabrilla es director técnico de Adenex.
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