Los jugadores del Barça instan a la junta a variar los servicios médicos
"No hemos hablado del tema con la directiva. Ahora no es el momento, pero hay que aclarar la situación". Frank Rijkaard, el técnico del Barça, admitió ayer que el organigrama de los servicios médicos es uno de los asuntos a tratar entre la plantilla y el consejo que preside Joan Laporta. Tres líderes de los jugadores han instado al presidente a reestructurar los servicios médicos del club, según informó Catalunya Ràdio, tras enumerar las lesiones encadenadas -Motta, Edmilson, Larsson y Gabri, en la pasada campaña; Motta, Ezquerro y Gabri, en la presente- y la falta de confianza en algún doctor que figura en nómina.
La junta replicó que no tiene intención de variar el protocolo que faculta a los futbolistas a ser tratados por médicos de su confianza. Los jugadores insisten en poder elegir médico como no discuten la capacidad de la directiva para nombrar al responsable de la estructura médica, Jordi Ardévol, sino que demandan una atención distinta a la que perciben.
El pulso entre una y otra parte puede provocar una solución intermedia. La directiva defiende la figura de Ardèvol como responsable de los servicios médicos, que cuentan con Lluís Til, Gil Rodas y Toni Tramullas como doctores adscritos a la plantilla profesional. La confianza de la directiva en Til y Rodas quedó expresada en junio cuando renovó sus contratos por dos temporadas. Los jugadores, por su parte, avalaron el ascenso de Tramullas, pero solicitaron una atención más personalizada tanto por parte de los médicos como de los fisioterapeutas, de ahí que reclamaran la atención de la directiva.
Rijkaard se presenta como mediador en un litigio que puede causar cambios en la nómina de médicos, aunque no variaría el funcionamiento de consulta y sí el de atención.
Derrota en Saint Etienne
Un Barça, con la ausencia de la mitad de su plantilla titular por los compromisos de sus selecciones, perdió ayer por 2-1 (gol de Ronaldinho, m. 85) con el Saint Etienne en partido amistoso disputado en la ciudad francesa para conmemorar el 30º aniverario de la final de la Copa de Europa que perdió frente al Bayern de Múnich (1-0).
