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El obispo de Tenerife ordena sacerdote a un pastor anglicano casado y con dos hijas

La Iglesia matiza que "se trata de una excepción que no abre ninguna puerta al fin del celibato"

El obispo Felipe Fernández ordenó ayer como sacerdote católico al pastor anglicano Evans David Gliwitzki, natural de Zimbabue, casado y con dos hijas de 30 y 40 años que, procedentes del Reino Unido y Estados Unidos y junto a centenares de fieles, asistieron a la ceremonia en la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, de La Laguna. En un comunicado, el Obispado de Tenerife subrayó ayer que el caso del padre Evans es una "excepción muy singular", y descartó que con su ordenación "se abra ninguna puerta para la absolución del celibato" en la Iglesia católica.

"Se trata de un gesto de respeto a la Iglesia anglicana, que sí permite el matrimonio. En el Reino Unido es más habitual la conversión de ministros anglicanos en sacerdotes católicos, aunque éste es el primer caso en España", dijo el portavoz del obispado minutos antes de la ceremonia, que ha contado "con todas las autorizaciones previas de la Conferencia Episcopal". La ofició el obispo Felipe Fernández, ya jubilado, aunque sigue ejerciendo sus funciones como administrador apostólico de la Diócesis Nivariense hasta que Roma designe a su sustituto.

Hijo de polaco católico y madre anglicana, Gliwitzki ejerció como administrador de la Red Nacional de Ferrocarriles de Zimbabue hasta 1984, cuando fue ordenado pastor anglicano. Conocido como padre Evans, Gliwitzki propugnó la unidad de los cristianos y organizó encuentros entre sacerdotes de las dos iglesias para caminar juntos hacia esa unidad. En ese empeño, el pastor participó en las comisiones entre católicos y anglicanos convocadas por el Vaticano, coordinadas por el entonces cardenal Joseph Ratzinger, donde ambos se conocieron.

La Alta Iglesia anglicana apenas se diferencia de la Iglesia católica, excepto en la ordenación de mujeres, en considerar a la reina de Inglaterra, en vez de al Papa, como la máxima autoridad, y en permitir el matrimonio de sus ministros.

El camino del padre Evans hacia el sacerdocio católico ha sido largo. Primero solicitó al obispo católico de Zimbabue su ingreso en la iglesia de Roma. La petición fue aceptada y enviada a distintas conferencias episcopales para que valoraran la posibilidad de acogerlo y formarlo para su ordenación. La Conferencia Episcopal Española respondió afirmativamente y hace dos años y medio encomendó al Obispado de Tenerife la misión de acogerlo, "atendiendo al ambiente pluricultural y abierto, y a la existencia en esta provincia de varias confesiones cristianas".

El obispo Felipe Fernández elaboró personalmente un plan de estudios en Teología Católica y destinó al padre Evans a la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, en el Camino de la Villa (La Laguna), donde recibió instrucción sobre ritos católicos. En junio pasado fue ordenado diácono. Su primer destino sacerdotal será una localidad del sur de Tenerife, "donde reside una importante comunidad de españoles y extranjeros, cuyas necesidades podrá atender perfectamente", dijo un portavoz del Obispado de Tenerife.

El sacerdote Gliwitzki (a la derecha), junto a su esposa, hijas, yerno y nieta, y el obispo de Tenerife.
El sacerdote Gliwitzki (a la derecha), junto a su esposa, hijas, yerno y nieta, y el obispo de Tenerife.PEDRO PERIS

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