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LA RETIRADA DE GAZA

Un milagro cada vez más lejano

Los habitantes apelaban al recuerdo del Holocausto para ablandar a los militares

Numerosas familias de Neve Dekalim solicitaron la ayuda de las fuerzas de seguridad en la mañana de ayer para completar la mudanza y evacuar la colonia antes de que finalizase, en la media noche pasada, el plazo para hacerlo voluntariamente, según el superintendente de policía, Elisha Kogan. Antes del asalto por parte del Ejército del asentamiento, una de esas familias terminaba su última vigilia para rogar a Dios por la llegada del Mesías. El matrimonio Dahan y sus cuatro hijos llevan meses rezando para que un milagro detenga lo que llaman "plan de expulsión".

Después de 22 años en Neve Dekalim, no pierden la fe y seguirán en el asentamiento hasta el final, aunque han decidido sacar todas las pertenencias de su casa para que se las lleven los camiones contenedores enviados por el Gobierno. De momento, lo guardarán todo en un almacén, porque la familia no ha firmado aún los papeles de la casa ofrecida por las autoridades para reubicarlos. "Eso supondría traicionar los principios en los que creemos. No vamos a aceptar que nos compren", explica Asaf Dahan. El drama de los Dahan, idéntico al que tendrán que enfrentarse muchos otros colonos, es que un miembro de su propia familia, enrolado en el Ejército, los sacará por la fuerza de la que ha sido su casa en los últimos 20 años.

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Unas 200 personas intentan, sin embargo, impedir la entrada de los camiones de mudanzas. Como avanzadilla de la resistencia, jóvenes, mujeres y niños formaron una columna humana para bloquear la carretera principal de acceso a las áreas residenciales de la colonia. Militares y policías emplearon la fuerza para despejar el camino y hacerlos retroceder.

Los gritos y los lloros de muchos colonos desataron escenas dramáticas. Trataban de mermar la moral de policías y soldados con frases como "un judío no expulsa a otro judío" o "somos hermanos, pero nos tratáis como los nazis". En contados casos, varios soldados pidieron a sus superiores ser relevados de la misión.

Los más extremistas lanzaron piedras, huevos y pintura, e incendiaron un contenedor para tratar de cortar, infructuosamente, el avance de las fuerzas de seguridad. Después de varias horas de encontronazos, los soldados despejaron el camino para la entrada de los camiones. Los incidentes se saldaron con la detención de unos 50 colonos, según fuentes policiales. La gran mayoría no son residentes de Gush Katif y desde hace semanas viven de forma ilegal de los asentamientos. Los líderes del asentamiento habían amenazado con la expulsión a aquellos que emplearan la violencia contra el Ejército.

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La desobediencia civil es la estrategia que los líderes de Neve Dekalim, entre ellos varios rabinos, han transmitido a la población en asambleas populares celebradas en la sinagoga. "¿Cómo vamos a usar la violencia si muchos soldados son hijos o familiares de todos nosotros?", se pregunta Asaf Dahan, para explicar su voto por la resistencia pacífica. "Sé que el milagro está cada día más lejos, pero tengo la suficiente fe para creer que Dios nos salvará en el último momento".

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