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La central de Boroa confirma que comenzará a vender electricidad la próxima semana

El País

La central eléctrica Bizkaia Energía, la planta de ciclo combinado sita en el polígono de Boroa, en Amorebieta, ha cumplido estrictamente su previsión de entrar en el mercado en la segunda mitad del mes de agosto. La compañía confirmó ayer que entrará en operación comercial -es decir, a vender electricidad- a finales de la próxima semana, una vez que ha superado todas las pruebas de funcionamiento. Bizkaia Energía es propiedad al 50% de la empresa pública irlandesa Electricity Supply Board (ESB) y de la japonesa Osaka Gas.

El período de pruebas de la planta comenzó el pasado febrero y en junio ya había conseguido alcanzar su pleno rendimiento. La entrada en el mercado no se ha visto afectada por el atentado que sufrió la planta el pasado 12 de julio. ETA hizo estallar cuatro bombas de escasa potencia junto a la valla que rodea las instalaciones. Los artefactos sólo causaron daños materiales de escasa consideración.

Bizkaia Energía será la tercera planta de ciclo combinado -tecnología que emplea el gas natural como combustible y reduce significativamente las emisiones contaminantes- que opera en Vizcaya. Antes entraron en servicio Bahía de Bizkaia, en Zierbana, con 800 megavatios de potencia, y la planta de Iberdrola en Santurtzi, con 400. La central de Boroa tiene una potencia de 750 megavatios, que según la compañía, permitirán cubrir el 25% de la demanda actual de electricidad en Euskadi. Bizkaia Energía es el primer operador independiente de las empresas eléctricas que se incorpora al sistema español.

100 horas a plena carga

Antes de comenzar a vender electricidad, la planta ha culminado un total de 100 horas de funcionamiento ininterrumpido a plena carga y ha recibido el acta de puesta en servicio del Ministerio de Industria, según indicó ayer la compañía. El proyecto, la primera empresa que se ubicó en el polígono industrial de Amorebieta, ha requerido una inversión superior a los 500 millones de euros y ha contado para su construcción con una veintena de empresas vascas.

El inicio de las obras en 2003 vino precedido por una fuerte oposición vecinal y de grupos ecologistas, que esgrimían en su contra razones medioambientales y urbanísticas. En Amorebieta se han sucedido hasta siete manifestaciones contra el proyecto y un referéndum en el que 5.352 vecinos (el 43% del censo municipal) expresaron su rechazo a la planta en abril de 2002.

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La controversia tuvo sus repercusiones políticas: el PNV abrió expediente de expulsión a la alcaldesa y a seis concejales por promover la consulta popular sobre la central. Finalmente, la alcaldesa anuló la consulta y los expedientes fueron retirados.

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