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Los regantes afrontan la modernización de 52.000 hectáreas para minimizar las pérdidas en la red

Los regantes han logrado salvar la campaña agraria en un año de ausencia casi total de lluvias gracias a las reservas acumuladas en los pantanos en los dos años anteriores. Pero la amenaza de restricciones para la próxima campaña es cada vez mayor, como lo será la presión para que se cierre el grifo a los cultivos de riego, que concentran casi el 80% del agua consumida en Andalucía. Ante esta situación, la federación nacional de comunidades de regantes destacó ayer el "esfuerzo que están realizando los agricultores para modernizar los regadíos existentes". Según los cálculos de esta federación, los proyectos en marcha para minimizar las pérdidas de agua en la red y utilizar tecnologías más eficientes comprenden unas 52.000 hectáreas, el 7% de la superficie ocupada por los regadíos en la comunidad.

Estas obras están incluidas en el plan nacional de regadíos y su desarrollo técnico está supervisado por la Sociedad Estatal de Inversiones Agrarias (Seiasa) del sur y del este. Los proyectos en marcha (sólo se ha terminado hasta ahora una obra de modernización de 2.400 hectáreas en Jaén) requieren una inversión global de 138 millones de euros. La fórmula de financiación es muy similar en todos los casos. La Unión Europea adelanta un 25% de la subvención a fondo perdido. La sociedad estatal, con un aporte del 20% de la Junta de Andalucía, adelanta a los regantes el 45% de la inversión, que empiezan a devolverla a partir del 25º año de la puesta en marcha de los nuevos sistemas. Por último, los regantes acceden a créditos en condiciones especiales para pagar el 30% restante en los primeros 25 años.

En la última década y media las obras de modernización han permitido contener e incluso reducir el consumo de agua pese al aumento de la superficie regable. En la cuenca del Guadalquivir, que concentra más de la mitad de los regadíos andaluces, la superficie de riego ha crecido un 45% desde 1992, mientras que las obras de modernización han logrado rebajar el consumo de agua un 20%, sobre todo por la sustitución de sistemas de riego ineficientes (inundación) por otros que requieren menos agua (goteo).

La mitad del gasto comprometido (70 millones) en los proyectos en marcha corresponde a la inversión para modernizar 19.000 hectáreas en el valle inferior del Guadalquivir, que será financiada por 2.300 agricultores sevillanos.

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