Expediente de matrimonio 3985/05
Una pareja gay madruga en Madrid para iniciar los trámites de su boda
No pretendían ser los primeros. Pero tenían tantas ganas que, antes de las 10 de la mañana de ayer, Carlos Baturín y Emilio Menéndez sostenían en la mano un pequeño resguardo sellado. La prueba de que el expediente de matrimonio civil número 3985/05 ha sido iniciado el primero de Madrid. Probablemente también el primero que se abre en España para tramitar la boda de dos personas del mismo sexo.
Quince minutos antes de las nueve del primer día con la ley de matrimonio homosexual en vigor, Carlos y su novio, Emilio, hacían cola ante la sede del Registro Civil en Madrid. Sin dormir. Emilio había redactado mentalmente un discurso para su boda; Carlos se preguntaba si faltaría algún documento.
"¡Hemos esperado 30 años, ya hemos sido bastante pacientes, ¿no?!", brama Carlos
Carlos, siempre previsor, llevaba una cartera de tela con los papeles: las fotocopias de los carnés de identidad, las partidas de nacimiento, el certificado de empadronamiento, el documento que da fe de que son pareja de hecho... incluso un recorte subrayado de una publicación gay que indica el procedimiento. Por eso les acompañaba su amiga Maribel Cabrera, la testigo. Ella puso la primera firma para refrendar una historia de amor que comenzó hace 30 años. Aún vivía Franco cuando un estudiante de Veterinaria (Emilio) dejó los apuntes un rato y salió a despejarse. Desde la barra de una cafetería, un hombre apuesto (Carlos) fijó su mirada en él.
Diez minutos después de las nueve, hora en que se abre el registro, la pareja entra en el bullicioso edificio. Los novios y la testigo vuelan escaleras arriba mientras Carlos telefonea por el celular al concejal Pedro Zerolo para preguntarle, por enésima vez, si podría casarles.
"¡Hemos esperado 30 años, ya hemos sido bastante pacientes, ¿no?!", brama Carlos. La funcionaria les da el impreso. El salón de bodas se convierte en sala de espera. Emilio, escaparatista de unos grandes almacenes, 50 años, se sienta en el sillón que suele ocupar el juez y se dispone, divertido, a rellenar la solicitud. Primero pone el nombre de Carlos, su novio, que es psiquiatra.
Una decena de personas aguarda. ¿Qué piensan de las bodas gay? Un futuro marido, treintañero, contesta: "El matrimonio es lo que dice la biblia". En ese momento, la funcionaria le llama y su testigo aclara: "Soy evangélico, el pastor de su iglesia. Él va a contraer matrimonio religioso.
Pero que haya derechos civiles nos parece bien".
Los futuros cónyuges Baturín Menéndez son los siguientes. Pasan a una sala donde el evangélico y su novia se afanan en revisar papeles ante una funcionaria, igual que otras dos parejas. Nadie parece haberse dado cuenta de que en una de las mesas se sientan dos hombres.
Carlos se pone tan nervioso que es Emilio quien toma el mando. La pareja señala que en un impreso hay un apartado que pone "don" y otro que pone "doña". La funcionaria, con una sonrisa, lo corrige y les entrega un papelito con una fecha: 19 de julio. Ese día pueden recoger la autorización para casarse.
El Registro Civil de Madrid vivió ayer más cambios, dice José María Bento, uno de los cinco magistrados, el encargado de matrimonios. A las 14 parejas que se casaron se les leyó el nuevo texto del Código Civil en el que se les trata de "cónyuges". Otras dos parejas homosexuales, también de hombres, iniciaron el proceso en la capital. Alrededor de 40 pidieron información. En Barcelona, dos mujeres y dos hombres abrieron el proceso de su boda y 12 parejas más acudieron a preguntar, informa Lluís Pellicer. En Valencia, dos parejas homosexuales se acercaron a aportar la documentación, informa Jaime Prats, y dos solicitaron información.
Son las 9.45. Ante un café, Emilio juega con la alianza. Cuando se casen, las cambiarán por otras con un pequeño diamante. Ya pueden pensar en el banquete, el crucero por el Adriático que les ha regalado su madre, las invitaciones... Ante un café, desvela un párrafo del discurso que pergeñó la noche anterior: "Cuando has estado marginado y perseguido no se te olvida nunca. Conseguir la tranquilidad y la aceptación es el mejor regalo que te puede hacer la vida".
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