Limón encaja las músicas de la 'nevera vacía'
El productor de 'Lágrimas negras' reúne a toda su escudería en un CD que lanza un nuevo sello discográfico
Bebo Valdés y El Cigala, Paco de Lucía y Morente, Niño Josele y Andrés Calamaro, Jerry González y Elianne Elías, Luz Casal, Montse Cortés y Concha Buika, Carlinhos Brown y David Broza, Guadiana y La Tana... Todos tienen una patria común: la música. Y una casa donde quedar y tocar juntos: Casa Limón, en el barrio madrileño del Batán.
La puerta del estudio está abierta y allí anda su dueño. Javier Limón, de 31 años, ganador del Grammy Latino al mejor productor en 2004. Sobre una gran mesa india de madera hay dos pantallas planas de ordenador. Al lado, sofás y varios ceniceros. Encima, una luz tenue. El techo parece una instalación hecha con cajas de huevos, pero es gomaespuma para insonorizar.
En la mesa se sienta Salomé Limón, hermana, ayudante y cómplice de este compositor, arreglista, letrista y productor que ha revolucionado el sonido del flamenco dándole la calidez del directo y conectándolo, de paso, con todas sus probes músicas primas hermanas: el jazz, el tango, África, Cuba y Brasil.
Salomé tiene sólo 27 años, pero ya ha registrado a varios músicos de postín: "Se queda sola a grabarle a Paco [de Lucía], la tía es un bicho", dice su hermano.
Enfrente, a la derecha, hay un bosque de pies de micrófono: "Aquí se graban las guitarras y las voces". Y en el cuarto contiguo, tras el cristal, un gran piano de cola reluciente, firmado por Bebo Valdés en letras plateadas.
Y eso es todo: ése es el sobrio escenario donde se ha forjado el milagro Limón. El espacio donde se grabó en tres días Lágrimas negras, que lleva 100 semanas en las listas españolas y anda por el número 20 de las estadounidenses; donde Calamaro grabó con el Niño Josele su Ranchada de los paraguayos; donde Bebo decidió sobre la marcha rematar un bolero cigalero de tres minutos ("que iba a ser el single") con un improvisado solo de piano de otros cuatro ("así que fue maxisingle"); o donde el olor a Bronx de la trompeta de Jerry González se hizo amigo íntimo del soniquete Cascorro de los Piratas flamencos...
¿El secreto? Quizá la nitidez del sonido, la claridad de ideas, la imaginación y la insólita facilidad para decir "sí a todo" de Limón, un chico de Huelva nacido en Madrid y criado musicalmente en Manhattan, que de una noche para otra se convirtió en un capo del programa informático Pro Tools. "Me leí de un tirón el manual para resolver una emergencia en Miami, y se me quedó".
Su vida había cambiado un poco antes, cuando conoció a Fernando Trueba, "un ángel auténtico y una encicopledia de la música". Con él ideó vaivenes de sonidos y estilos, idas y vueltas, y ha conocido éxitos increíbles, inversiones menos rentables y "fracasos estrepitosos como el de Corren tiempos de alegría, que presentamos el 12-S de 2001".
Todo se fue grabando allí, en Casa Limón, entre amigos y risas, con total ausencia de ejecutivos y contables. Quizá por eso, en medio de la crisis discográfica, esa sencilla fábrica de sueños y combinaciones que antes parecían imposibles se ha convertido de repente en el futuro.
Casa Limón es el nuevo sello que ha creado Javier Limón para la multinacional BMG Sony. Su primer disco, Limón, sale a la calle el martes, y reúne, en once temas escritos, compuestos, mezclados y producidos ("y fregáos") por Limón, a casi toda su escudería: "Los otros saldrán en próximos capítulos".
Hay están Bebo, Broza, Buika, Calamaro, Paco, Jerry, Josele, Duquende... El disco suena cosmopolita, híbrido, divertido y romántico sin cursilería. Es rico en música, pero más en ambición: conecta y une a todas esas músicas que Paco de Lucía llama "de la nevera vacía".
Hay flamenco festero (Potito, Duquende, Guadiana, La Tana y Montse Cortés), un tema flamenquito y una soleá de Guadiana; un jazz que acaba siendo latinjazz gracias a Jerry González; un tango de Calamaro que suena a bulerías; una canción judeopalestina de Broza; un toque improvisado del De Lucía; un solo imporesionante de Bebo en un guaguancó brasileño cantado por Buika, guineana criada entre los gitanos de Mallorca... Casi todas las letras incluyen la frase "en el mismo lugar". "Ese lugar podría ser Jerusalén, Candeal o el Alosno", dice Limón. Pero seguramente es su casa...
Babelia
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