76 talibanes mueren en combates al sur de Afganistán
Tropas del Ejército afgano y de la coalición internacional encabezada por EE UU atacaron ayer, por segundo día consecutivo, las bases de la guerrilla talibán en el sureste de Afganistán, causando la muerte de al menos 76 rebeldes, según los mandos norteamericanos y las autoridades locales. En los combates, que se desarrollan en la frontera entre las provincias de Kandahar, Zabul y Uruzgan, murieron también dos soldados afganos, y seis estadounidenses resultaron heridos.
Aviones y helicópteros de combate estadounidenses y británicos bombardearon las posiciones de los talibanes, muchos de los cuales huían hacia las montañas de Zabul. "Es el ataque más duro que he visto desde la caída del régimen talibán", dijo el jefe de la policía local de Kandahar, Salim Jan.
Un portavoz del Ejército de EE UU indicó que la ofensiva en Kandahar forma parte de la llamada Operación Catania, para destruir los santuarios de la guerrilla. Los talibanes muertos formaban parte del grupo que la semana pasada tomó la ciudad de Mian Nishin, donde secuestró a 31 personas. Ocho de los cautivos fueron asesinados y los 23 restantes han desaparecido.
Después de la calma invernal, los rebeldes han intensificado sus ataques a medida que se acercan las elecciones legislativas, previstas para mediados de septiembre. Desde comienzos de este año, los combates en el sur y el sureste del país han dejado 400 muertos, en su gran mayoría talibanes.
