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ELECCIONES GALLEGAS | La batalla por el voto

Quintana anuncia que "el día 19 nace una nación con futuro"

"Se acabó la resignación y el llorar por las esquinas", proclama el candidato del BNG

Tereixa Constenla

Un broche con retranca. El BNG cerró su campaña en Ourense con el toque singular del humorista Xosé Lois González, O Carrabouxo, que comenzó su arenga diciendo que "Ourense es lo último de lo último" y la coronó jocoso: "El rey Baltar aparece creando riqueza, creando riqueza y estamos de últimos. Y digo yo: ¿De qué empezaríamos?".

Ourense es el feudo del poderoso barón del PP, el presidente de la Diputación, José Luis Baltar, pero es también la tierra de origen del candidato de Bloque, Anxo Quintana, que se empeñó personalmente en despedir la campaña desde su provincia natal. Ambos libran su peculiar batalla por calibrar la fidelidad del electorado, en el caso de Baltar, y el tirón popular, en el de Quintana, que se estrena en la carrera hacia la presidencia de la Xunta.

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En el mitin de ayer, celebrado en el pabellón de los Remedios con la asistencia de unas 4.000 personas, el BNG contó por vez primera con el apoyo explícito de otras formaciones nacionalistas. Entre los dirigentes de otros partidos que acudieron al cierre de campaña del Bloque figuraban Artur Mas (CiU), Joan Puigcercós (ERC), Iñaki Anasagasti (PNV) y Begoña Lasagabaster (EA).

Fue el mitin más interactivo de la quincena. El público coreó las consignas tradicionales de los actos del BNG (Desta vai, Hai que botalos, Cambio galego), pero también abucheó el nombre del secretario general del PP, Ángel Acebes, y se irguió cuando Quintana reprochó a los populares su "ardor guerrero", en alusión a su participación en las manifestaciones contra los matrimonios entre homosexuales o la devolución de los papeles de la Generalitat depositados en el Archivo de Salamanca.

Todos los ejes básicos sobre los que ha girado la campaña del Bloque volvieron ayer al discurso de Quintana, como la reforma del Estatuto para que Galicia "como nación" ocupe otro papel institucional. "Por la indolencia de Fraga estamos a punto de perder la condición de nacionalidad histórica", reprobó. Dicho esto, tendió la mano para que el Estatuto se reforme por consenso, aunque sus últimas palabras fueron rotundas: "A partir del 19 nace una nación, nace un país y una Galiza con futuro".

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Mensaje optimista

Quintana aseguró que su mensaje arranca del optimismo y no de la "nostalgia". "Se acabó la resignación y el llorar por las esquinas", gritó después de comparar la "alegría" de su campaña con la de Fraga: "Cuanto más cerca está de la derrota, más enfadado está; cómo estará el domingo tras las elecciones".

El nacionalista recordó que los dirigentes del PP le habían calificado de "terrorista", "marioneta", "radical" y "batasuno". Y concluyó: "Yo no lo mandé a ninguna parte en toda la campaña, pero el domingo lo voy a mandar a la oposición".

No olvidó denunciar el abandono rural, una de las banderas que ha enarbolado el BNG durante la campaña, junto a la del recambio generacional -su lema es Un país novo (Un país nuevo)- y el aumento del autogobierno.

Quintana defiende las potencialidades de desarrollo del mundo rural, al que reivindica como la piedra angular de la identidad gallega. Ayer, último día de campaña, visitó una aldea abandonada de Castroverde (Lugo), donde anunció las medidas para revitalizar el entorno rural, como los "créditos de repoblación con interés cero", que se destinarían a financiar las iniciativas que presenten "emprendedores" que deseen instalarse en estas zonas.

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Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Portugal desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera de temas sociales en Andalucía en EL PAÍS y en el diario IDEAL. Es autora de 'Cuaderno de urgencias', un libro de amor y duelo, y 'Abril es un país', sobre la Revolución de los Claveles.

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