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LOS CENTROS DE MENORES

Un polvorín con agresiones y muertes

Los seis centros de menores canarios son un auténtico polvorín, donde han fallecido varios menores (los últimos, un chico de 16 años en Nivaria y una chica de 15 en Valle Tabares), donde no anochece sin un altercado nuevo, donde las agresiones son continuas entre los internos (incluidas violaciones y varios intentos de quemar vivos a otros compañeros) y entre éstos con educadores y vigilantes.

Los juzgados de menores tramitaron en un año más de 700 denuncias en estos centros. Los internos, según las fuentes consultadas, poseen armas blancas y mecheros, consumen alcohol y drogas, han protagonizado tres incendios graves y más de 10 leves en lo que va de año, dos intentos de motines, centenares de agresiones y palizas, tres intentos de quemar a compañeros, algunas violaciones y varias muertes. Las noticias se suceden a diario.

El resumen de lo acontecido en las últimas semanas es sólo un ejemplo de lo que ocurre todo el año. A principios de mayo, el Juzgado de Menores de Santa Cruz de Tenerife ordenó el cierre inmediato de uno de los tres módulos del centro Valle Tabares, porque no existían medidas contra incendios ni seguridad que garantizasen la seguridad de los jóvenes. La semana pasada, sin embargo, tres menores internas en Valle Tabares incendiaron su habitación (una murió, otra salió ayer del estado de coma y la tercera resultó herida leve, junto a tres empleados del centro).

Problemas de seguridad

Paralelamente, un juzgado ordenó el cierre inmediato del centro Nivaria porque no garantizaba la seguridad y el "derecho a la vida" de sus 49 internos. Y a los pocos días el Gobierno canario destituyó a nueve responsables de Nivaria por la fuga de dos jóvenes delincuentes peligrosos, aunque fuentes de la investigación han confirmado a este periódico que el día anterior otros tres chicos tampoco fueron a dormir. Finalmente, el domingo pasado, el Gobierno clausuró Nivaria y trasladó, con escolta de 20 guardias civiles, a 45 menores y jóvenes hasta la nueva fortaleza Valle Tabares II, con 112 plazas y todos los elementos de seguridad.

"Llegará el día en que alguien explique por qué son sólo estos centros los únicos de toda España que producen todos los días noticias negativas", vaticina Juan Manuel Suárez del Torco, abogado y ex fiscal de Menores. Asimismo, agentes del Equipo Mujer Menor (Emume) de la Guardia Civil cuestionaron la actual consideración de cajón de sastre de estos centros, donde se ingresa a jóvenes con delitos de sangre junto a otros delincuentes con problemas de conducta o de relación con sus familias, toxicómanos y chicos con otros trastornos.

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