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La Generalitat prevé adelantar la televisión digital terrestre gradualmente entre 2007 y 2009

Bargalló considera una "operación estratégica" que Cataluña se avance al resto de España

El primer consejero de la Generalitat, Josep Bargalló, presentó ayer en el Parlament el plan del Gobierno autónomo que detalla el despliegue de la red de televisión digital terrestre (TDT) de la comunidad. El documento prevé el adelanto en Cataluña, en varios meses, del llamado apagón analógico y de la consecuente implantación de la nueva tecnología respecto al calendario previsto por el Ministerio de Industria para toda España. Bargalló dijo a los diputados que el cese de las emisiones analógicas comenzará en la primavera de 2007 y acabará en el otoño de 2009.

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La fecha en la que el Ejecutivo central sitúa la desaparición de la antigua tecnología, en cambio, es 2010 -dos años antes de lo previsto por el anterior Gobierno, del PP-, y el despliegue aún no se ha planificado. El primer consejero dijo que, a partir de 2008, el coste adicional de implantación de la TDT en Cataluña el primer año será de 115 millones de euros anuales y la cifra crecerá progresivamente. Bargalló juzgó el adelanto "una operación estratégica", encaminada a que Cataluña ejerza en este ámbito el papel de "liderazgo" del Estado y suministre contenidos y servicios al resto de España.

Bargalló abogó para que Cataluña se convierta en "el laboratorio del Estado" por lo que respecta al despliegue de la TDT y añadió que, para que el plan sea efectivo, es necesaria "la colaboración" del Gobierno central, así como de los grandes operadores y de los fabricantes de aparatos de televisión. Una colaboración que, en el caso de los tres agentes, dio por segura, dado que Cataluña les servirá de un campo de experimentación excepcional.

Uno de los aspectos más destacables del plan estratégico de la TDT es la implantación progresiva por zonas territoriales, un modelo inspirado en el alemán. La Generalitat ha dividido Cataluña en 44 islas -entendidas como unidades técnicas y determinadas de acuerdo con sus condiciones orográficas y climatológicas de cobertura de la señal-, que agruparán 22 proyectos. Éstos se irán sumando paulatinamente a la transición a la TDT. Lo que aún no ha decidido el Gobierno catalán es cuál será el orden en que se producirá el apagón analógico en cada uno de dichos proyectos. Pero si se cumplen los plazos, el primero de los 22 se incorporará completamente a la TDT en mayo de 2007.

El modelo audiovisual digital autonómico prevé la recepción de tres canales múltiples públicos (de cuatro programas cada uno), que administrará la Corporación Catalana de Radio y Televisión -que gestiona los medios audiovisuales de la Generalitat-, a razón de dos para su programación y el tercero, de servicios administrativos interactivos (T-Administración); uno privado, adjudicado ya a la empresa Emissions Digitals de Catalunya, SA -participada en el 62,5% por el Grupo Godó, editor de La Vanguardia-; uno destinado a abarcar la denominada eurorregión -integrada por las comunidades de habla catalana, más Aragón y regiones del sur de Francia- y 24 (96 programas) para las cadenas locales, públicas y privadas, correspondientes a 21 comarcas. Además de esta oferta, los telespectadores catalanes recibirán entre 14 y 20 programas del resto de España.

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Para captar la programación, gratuita, a través de TDT los ciudadanos deberán disponer de un receptor integral adecuado o de un decodificador que se conecta al aparato analógico convencional. En ambos casos, el telespectador debe asegurarse de que el aparato lleve el sello DVB-T (Digital Video Broadcasting), que garantiza la compatibilidad con las emisiones. Para disfrutar completamente de la interactividad y de los servicios es necesario que el decodificador -externo o integrado- incorpore el estándar MHP (Multimedia Home Platform). Las antenas ya instaladas podrán servir o no, según su estado técnico.

Los edificios construidos desde 1998 ya están preparados teóricamente para captar las emisiones a través de esta nueva tecnología. Según datos de Feceminte, que reúne a las empresas instaladoras, de los 154.000 edificios con más de cinco viviendas existentes en Cataluña, el 74% requerirá adaptación. De éstos, el 30% (44.000 viviendas) precisa adaptación total. El tiempo estimado para adecuar las antenas a la TDT es de dos años y medio y el coste de entre 136 y 223 millones.

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