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Maragall, abucheado

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, fue recibido ayer en Berga con dos sonoras pitadas y no pocos abucheos. Los vecinos de Berga protestaban por lo que consideran un retraso inexplicable en la intervención de los Mossos en los incidentes que provocaron la muerte de Josep Maria Isanta.

Los Mossos aseguran que recibieron un primer aviso sobre la presencia de personas con navajas y que acudieron al lugar en un minuto. Según los agentes, se produjo posteriormente un segundo aviso ya desde el lugar de los hechos y se acudió en tres minutos. Los organizadores sostienen que llegó primero la ambulancia y que la policía autonómica tardó unos 30 minutos. Los organizadores de los conciertos alternativos y la policía mantienen una tensa relación desde que, el pasado otoño, los Mossos llevaron a cabo una operación antidroga entre algunos de sus miembros.

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