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Reportaje:

Nadal se toma un respiro

Tras ganar sucesivamente en Montecarlo, Barcelona y Roma, el tenista español renuncia a Hamburgo pensando en París

No es seguro que él lo quisiera. Pero hace caso a su tío y entrenador, Toni. Rafael Nadal, de 18 años, lleva una temporada impactante. Ha ganado ya cinco torneos y tres de ellos, los más importantes, de modo consecutivo: Montecarlo, Barcelona y Roma. Eso supone que lleva 17 victorias seguidas. ¡Y algunas han sido realmente difíciles! Es un sobreesfuerzo que podría pasarle factura dentro de dos semanas, cuando empiece Roland Garros, la segunda cita del Grand Slam anual del tenis y su penúltimo objetivo del curso. Por eso ayer renunció al Masters Series de Hamburgo, esta semana, y confirmó que permanecerá en Mallorca hasta el jueves anterior a la cita parisiense, a partir del 23 de este mes.

Los técnicos no creían a principios de temporada que el mallorquín iba a tener posibilidades en Roland Garros
"La ventaja es que, con 18 años y un cuerpo tan formado, la recuperación es mucho más rápida", dice su tío y entrenador

La final que jugó en el Foro Itálico el pasado domingo, contra el argentino Guillermo Coria, fue la última demostración del poder físico y, sobre todo, mental que posee Nadal y que constituye la base de su éxito. El español es ya un gran jugador. Pero, al tiempo, aún está en formación y debe pulir muchos aspectos de su juego. De momento, lo que le hace diferente de los demás es su fuerza y su mentalidad. "Tiene una capacidad mental de máximo nivel", afirma Toni Nadal, el hombre que le he formado, que le ha modelado y que le obliga día a día a seguir manteniendo los pies en el suelo; "Resiste la presión y mantiene siempre intactas sus ganas de ganar".

Ese aspecto más que cualquier otro fue el que le concedió la victoria en Roma después de haber ido perdiendo por 3-0 en el quinto set y haber salvado dos bolas de 4-0 frente a Coria, al que acabó batiendo por 6-4, 3-6, 6-3, 4-6 y 7-6 (8-6) en 5 horas y 14 minutos. Fue el partido más largo de la historia de esa competición, superando el duelo de 1979 entre el armenio Vitas Gerulaitis y otro argentino, Guillermo Vilas, que duró 4 horas y 53 minutos. Pero, al resolverse por la muerte súbita, se quedó lejos del récord absoluto, que ostentan los franceses Fabrice Santoro y Arnaud Clément en Roland Garros 2004: 6 horas y 33 minutos, con 16-14 en la quinta manga.

"Fue uno de esos partidos que veo y que doy gracias a Dios por no haber tenido que jugar nunca", explicó ayer el norteamericano John McEnroe, campeón de Wimbledon y del Open de Estados Unidos, rendido a la calidad de Nadal. "Me alegro de haber desarrollado mi carrera en pistas rápidas y en hierba porque contra este tipo de jugadores de tierra habría resultado tremendamente difícil. Dieron todo lo que tenían. No se puede pedir más. Ambos necesitan un día de descanso".

Nadal recibió también elogios por parte de dos campeones de Roland Garros: el austriaco Thomas Muster y el estadounidense Jim Courier. "Rafa nunca espera que le lleguen las cosas. Va a por ellas con una gran actitud", aseguró Muster, campeón en París en 1995; "es un tenista cuyo juego me resulta familiar. Puedo saber cómo piensa, cuál es su planteamiento y cómo va a reaccionar. Puede que este año no gane Roland Garros, pero lo hará en el futuro. Seguro que sí". A su vez. Courier, que ganó a Sergi Bruguera en su primera final, en 1993, agregó: "Tiene un instinto muy competitivo. Le gusta la batalla. Gane o pierda, sigue igual. Será muy grande verle luchar por el título parisiense".

Ésa es exactamente la cuestión que ahora mismo se está planteando el entorno de Nadal. El mallorquín debutará en Roland Garros, después de dos años frustrados por sendas lesiones: en 2003 sufrió un problema en un codo y en 2004 en un pie. "Es cierto que es el torneo que más le ilusiona", asegura Toni; "pero todo esto nos ha cogido un poco por sorpresa. Cuando empezamos la temporada no creíamos que se convertiría en una competición asequible para nosotros. Sin embargo, ahora sabemos que lo es. Rafa tiene opciones de hacer un buen papel. Pero está claro que otros creen lo mismo y que para llegar a las últimas rondas deberá jugar a su mejor nivel".

Tiene Nadal tiempo para recuperarse. En Roma se le vio cansado física y mentalmente. No estaba tan fresco como en los torneos anteriores y lo acusó porque ni sus piernas corrían tanto ni sus golpes eran tan rápidos y precisos. "Antes de la final, estaba cansado y en algunos momentos incluso yo creí que su racha se había acabado. Pero fue capaz de remontar. Lo hizo más por una cuestión de convicción mental que física. Su cabeza fue la que arrastró a su cuerpo", comenta Toni.

Nadal acabó con ampollas en la mano izquierda, lo que le ha servido para justificar su baja en Hamburgo. Debe recuperarse, pero no sólo de eso, sino también de algunos otros aspectos. Ayer estuvo en Alemania y dio una conferencia de prensa. Luego, viajó a Mallorca y descansará hasta el próximo jueves. Entonces iniciará su preparación con vistas a París. Suavemente al principio y más intensamente desde el lunes. El jueves anterior al inicio de la competición volará a la capital francesa.

El trabajo que realizará estos días será de limpieza técnica y mental. "Cogeremos la raqueta y entraremos también en el gimnasio con Joan Forcades", advierte Toni. Después de una tirada tan larga en torneos, se impone ante todo un descanso. Y, después, la revisión de todos los conceptos técnicos: recuperar el punto justo en la empuñadura del drive, puesto que la había abierto un poco; recobrar el juego de piernas, especialmente para pegar el revés; volver paso a paso con el saque para alcanzar de nuevo el mejor nivel; trabajar la velocidad de brazo... Y en lo físico, recuperar la alegría de sus piernas y la fuerza de sus cruádriceps, ya un poco deteriorada en sus últimos partidos, para volver a contar con todo el potencial de su juego.

"La ventaja es que, con 18 años y con un cuerpo tan formado como el suyo, la recuperación es mucho más rápida", confiesa Toni; "lo demostró en Roma, donde, estando más cansado que Coria, fue capaz de aportar más esfuerzo en la parte final. Fue recuperándose durante el partido. Pero luego acabó realmente muy cansado".

Tanto Toni como Forcades creen que dos semanas serán suficientes. La juventud y la ilusión de Nadal bastarán. En el último mes, el manacorí ha descubierto que tiene capacidad para ganar a los mejores jugadores de la tierra batida: Juan Carlos Ferrero y Coria. Parece en condiciones de seguir la senda del rumano Ilie Nastase (1973) y de Muster (1995), que ganaron en Montecarlo, Barcelona y Roma y se impusieron luego en París. "Sabe que puede ganar a mucha gente", concluye su tío; "pero también que hay muchos jugadores que pueden eliminarle. Y eso no sería un drama".

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