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El Gobierno aprueba la selección de embriones para salvar a un hermano enfermo

La nueva ley de reproducción asistida suprime las trabas impuestas por el PP en 2003

Javier Sampedro

El Consejo de Ministros aprobó ayer el nuevo proyecto de Ley de Reproducción Asistida, que permite seleccionar, entre varios embriones obtenidos por fecundación in vitro, aquél compatible con un hijo enfermo de la misma pareja, de modo que las células del nuevo bebé puedan salvar a su hermano. La ley elimina las restricciones a la reproducción asistida impuestas por el PP hace dos años, como limitar a tres óvulos fecundados cada ciclo de tratamiento. El texto prevé mecanismos para que los avances técnicos se vayan incorporando con agilidad a la práctica clínica.

La ministra de Sanidad, Elena Salgado, explicó ayer tras el Consejo de Ministros que el principal objetivo de la nueva ley es "facilitar los procesos de reproducción asistida y mejorar la seguridad para los usuarios y los donantes". Cuando el texto concluya su tramitación parlamentaria -Salgado prevé que entre en vigor en otoño-, sustituirá a la Ley de Reproducción Asistida impulsada por el PSOE en 1988 y reformada por el PP en 2003. Estos son sus puntos fundamentales:

- Selección de embriones. Ya es una técnica habitual cuando la pareja es portadora de una enfermedad genética y quiere evitársela a su futuro hijo. Pero la ley impedía hasta ahora aplicarla para favorecer a un tercero. Salgado explicó ayer que "entre 50 y 100 parejas" viajan cada año de España a otros países -sobre todo a Bélgica- para seleccionar entre sus embriones aquéllos que sean compatibles con un hijo anterior que padece una grave enfermedad de la sangre. Un sencillo trasplante de células del cordón umbilical del nuevo bebé puede a veces salvar al hermano. La ley exigirá una rigurosa evaluación caso a caso por la Comisión Nacional de Reproducción Asistida.

El portavoz sanitario del PP, Mario Mingo, afirmó que esto supone "la creación de bebés-medicamento, algo completamente punible y que no hace ningún país europeo".

- Restricción a tres óvulos. En 2003, el Gobierno del PP abordó una reforma legal que abría la puerta a la investigación con células madre obtenidas de embriones sobrantes de los tratamientos de fertilidad. Pero, para evitar nuevas acumulaciones de embriones, impuso la limitación a tres óvulos fecundados por cada ciclo de tratamiento. La nueva ley elimina esta restricción, que había sido descalificada por las clínicas de fertilidad y por sus usuarios por comprometer gravemente el éxito del tratamiento.

Sobre este punto, el popular Mingo dijo ayer que "no mejora la salud de las futuras madres, sino que permite estimulaciones hormonales para obtener múltiples óvulos y fecundar, con riesgo para la futura madre".

- Investigación. Los principales aspectos de la investigación con embriones serán abordados en una futura Ley de Biomedicina, pero el texto actual sí afecta a las condiciones en que las parejas pueden donar, si así lo desean, sus embriones sobrantes para fines experimentales. También aquí la nueva ley elimina una restricción impuesta por el PP hace dos años: que sólo pudieran utilizarse para investigar los embriones generados antes de 2003. La nueva ley establece un registro de donantes (de embriones, y también de óvulos y espermatozoides) y precisa los protocolos de consentimiento informado para las donaciones.

- Registro. Habrá un registro de centros de reproducción asistida, en el que figuren las técnicas que ofrecen, las tasas de éxito que acreditan y el precio del tratamiento. Cualquier usuario podrá acceder a esa información.

- Actualización. El texto incluye un procedimiento para incorporar con agilidad los avances técnicos que se vayan produciendo. La aplicación de una innovación a un caso concreto podrá ser autorizada por la Comisión de Reproducción Asistida, y el Ministerio de Sanidad podrá validar con carácter general los nuevos métodos que demuestren su eficacia.

La ministra de Sanidad, Elena Salgado, tras el Consejo de Ministros.
La ministra de Sanidad, Elena Salgado, tras el Consejo de Ministros.MANUEL ESCALERA

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