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Contrabaix celebra 100 conciertos con el primer disco de Horacio Fumero

"El contrabajo es el poder en la sombra", afirma el músico de jazz

Esta noche, durante un par de horas, el Ateneo de Sant Feliu de Llobregat se convertirá en el centro neurálgico del panorama jazzístico catalán. Varios acontecimientos confluirán, y todos relevantes: el concierto número 100 del ciclo Contrabaix, la presentación de un nuevo sello discográfico dedicado al jazz, el primer disco como líder de un histórico como Horacio Fumero y el concierto de presentación de este plástico reuniendo sobre el escenario (22.30 horas) a la flor y la nata del jazz catalán.

En menos de cinco años el ciclo Contrabaix se ha convertido en una de las iniciativas más dinámicas y atractivas de la programación jazzística catalana. Un total de 100 conciertos avala esta iniciativa, que nació en Sant Feliu de Llobregat pero pronto se ha ido extendiendo por todo el Baix Llobregat. Así, por ejemplo, el Quinteto Porteño de Marcelo Mercadante actuará mañana en Esparreguera dentro del ciclo. Además de la programación de actuaciones, ya desde sus inicios, Contrabaix tenía la idea de crear un sello discográfico que finalmente se ha materializado con el lanzamiento de Des de Barcelona, de Horacio Fumero, uno de los jazzmen más sólidos y de más abultada carrera del panorama jazzístico catalán, que en sus 35 años de carrera, 26 de ellos viviendo en Barcelona, nunca había grabado como líder.

Des de Barcelona (Contrabaix / Karonte) reúne una serie de dúos realizados por Fumero con diversos instrumentistas: Carles Benavent, David Xirgu, Raynald Colom, Llibert Fortuny, Jordi Bonell, Carme Canela, Gorka Benítez, Lluís Vidal y Albert Bover, entre otros. La mayoría de los participantes actuará esta noche en el concierto número 100 de Contrabaix.

"Como mi trabajo habitual es acompañar, nunca había sentido la necesidad de grabar un disco", explica Fumero, quien como acompañante ha participado en más de un centenar de grabaciones, entre las que destaca su larga e intensa colaboración con Tete Montoliu. "A la mayoría de contrabajistas nos gusta la función de acompañar. El contrabajo no es un instrumento brillante en el escenario, pero en cambio es el poder en la sombra. Somos los que conducimos a los solistas. Si la línea de bajo es aburrida al solista le cuesta levantar el vuelo. Ese papel me proporciona gran libertad y me ha gustado desde chiquito".

Fumero se ha movido siempre en el terreno del jazz, pero sin olvidar sus raíces argentinas, que le han llevado a compaginar a Gato Barbieri, Freddie Hubbard y Tete Montoliu con Susana Rinaldi, Horacio Ferrer y la mayoría de músicos dedicados al tango o músicas cercanas en la Península. "No me gusta hacer categorías entre los músicos. Lo importante es sintonizar con el otro músico sin importar el instrumento que toque o el estilo y que haya confianza mutua. Es la única forma de crear el necesario diálogo".

Fumero nació en Cañada Rosquín (Argentina) en 1950, estudió en el Conservatorio Manuel de Falla de Buenos Aires y luego en el Conservatoire Supérieur de Ginebra. "Ha cambiado mucho el panorama jazzístico catalán, y ha cambiado a mejor", afirma. "Cuando llegué había músicos excelentes, pero pocos. Era un panorama profundo pero estrecho. Ahora, en cambio, no sé si hay solistas tan profundos como Tete Montoliu, pero hay muchísimos más".

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