Una treintena de miembros de Greenpeace accede a la central térmica de Carboneras durante una protesta
Los ecologistas instalan paneles solares para rechazar la ampliación de la planta almeriense
Una treintena de miembros de Greenpeace, procedentes del barco Arctic Sunrise, entraron a las 9.00 de ayer en la central térmica de Endesa en Carboneras (Almería) para protestar por las intenciones de la empresa de ampliar la central. Los ecologistas montaron dentro paneles solares fotovoltaicos, capaces de producir electricidad sin contaminar, y trataron de conectar su planta solar, de 2,5 kilowatios de potencia, a un enchufe de la central térmica, acción que impidieron los responsables de Endesa. Otro grupo desplegó una pancarta. La protesta se completó con envíos de miles de correos electrónicos.
Los mensajes de correo electrónico fueron dirigidos al presidente de Endesa, Manuel Pizarro, y contenían textos de apoyo a la acción de Greenpeace y contrarios al proyecto de central térmica de carbón previsto por la compañía en Carboneras.
Según explicó Greenpeace, el potencial de generación de energía solar fotovoltaica en los edificios andaluces podría satisfacer más de tres veces la demanda eléctrica de la región. "Esta red generaría casi 20 veces más energía que el nuevo grupo de carbón que Endesa pretende construir", afirmó la organización.
La diferencia, según Greenpeace, es que las centrales solares no emiten CO2, "mientras que la nueva térmica emitiría seis millones de toneladas de CO2 al año, que se añadirían a las ocho millones que emite actualmente".
Greenpeace puso fin a la acción de protesta en la central térmica de Carboneras tras el compromiso de los responsables de Endesa de reunirse hoy con miembros de la organización ecologista en la sede de la compañía eléctrica en Madrid.
Los responsables de Greenpeace expondrán a la dirección de la compañía eléctrica los motivos por los que llevaron a cabo la acción de ayer en Almería y pedirán el abandono del proyecto de ampliación de dicha central.
José Luis García Ortega, responsable de la campaña de energía de Greenpeace, exigió a los responsables del Ministerio de Medio Ambiente y de la Junta de Andalucía que no permitan a Endesa construir más centrales térmicas de carbón porque es incompatible con el protocolo de Kioto, el acuerdo internacional para reducir la contaminación.
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