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El PSOE denuncia que las grúas municipales incumplen el reglamento

Los vehículos deberían llevar lanzadestellos para evitar accidentes, según los socialistas

F. Javier Barroso

Las grúas municipales incumplen el Reglamento General de Vehículos y son un riesgo para la seguridad de los conductores. Esto afirma el concejal del PSOE y portavoz adjunto, Óscar Iglesias, quien denuncia que estos vehículos deberían ser los primeros en cumplir la normativa y en llevar lanzadestellos amarillos para indicar que son un obstáculo. El coordinador general de Servicios a la Comunidad, Fernando Autrán, replica que la normativa deja margen de maniobra al Consistorio y que los lanzadestellos no son imprescindibles.

Según Óscar Iglesias, el hecho de que las grúas que se encargan de la retirada de los coches mal estacionados en la capital no lleven las luces rotativas amarillas pone en peligro a los conductores. "El hecho de no señalizar una operación de retirada o remolcado de un vehículo supone un grave riesgo, además de una ocupación especial de la calzada o de carriles destinados a la circulación", protesta el edil socialista.

Esta situación también afecta a la propia seguridad de los empleados de las grúas, dado que el resto de conductores de la vía no saben que están trabajando en un determinado punto, en especial durante la noche.

La falta de lanzadestellos en los vehículos municipales puede acarrear asimismo problemas para los dueños de los vehículos remolcados o retirados de las calles, ya que, en caso de accidente, serían estos coches los más afectados, según Iglesias. "Se han producido innumerables accidentes de tráfico como consecuencia de no balizar operaciones llevadas a cabo en los carriles de circulación, incluso con consecuencias trágicas de pérdidas de vidas humanas. La pregunta surge de inmediato: ¿Cuándo va a poner fin el Ayuntamiento de Madrid a este hecho? Lo más fácil es mirar para otro lado y no tomar medidas", dice el portavoz adjunto del grupo socialista en el Consistorio madrileño.

Para reforzar su denuncia, Iglesias acude al Reglamento General de Vehículos, la norma de referencia tras la Ley de Tráfico y Seguridad Vial. El primero señala que los vehículos destinados a obras y servicios deberán ir provistos de una luz rotativa de color amarillo homologada. Y deberán utilizarla en dos supuestos.

Luz cuando obstaculicen

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El primer supuesto: "Cuando interrumpan y obstaculicen la circulación, y únicamente para indicar su situación a los demás usuarios, si se trata de vehículos específicamente destinados a remolcar a los accidentados o averiados". Aquí entran de lleno, según Iglesias, las grúas municipales del Ayuntamiento de Madrid.

El segundo supuesto recoge que deberán llevar encendidos estos dispositivos los vehículos que trabajen "en operaciones de limpieza, conservación, de señalización o, en general, de reparación de las vías, únicamente para indicar su situación a los demás usuarios, si ésta pudiera suponer un peligro para los mismos". La señal luminosa deberá ser visible en todas las direcciones desde una distancia de 100 metros.

La posición que defiende el gobierno municipal, del PP, es completamente opuesta. Fernando Autrán, coordinador general de Servicios a la Comunidad, mantiene que en los 20 años que lleva funcionando en la capital el servicio de grúas municipales nunca han llevado rotativos amarillos. También defiende que estos vehículos "no son vehículos de emergencia", por lo que no requieren una señalización luminosa especial.

"Hay un detalle muy importante, que a nosotros nos ha convencido. La inspección técnica de vehículos [ITV] que deben pasar las grúas es muy estricta y nunca nos han exigido que instalemos los dispositivos que pide el PSOE. Más que nada porque las grúas no salen a las carreteras y hacen todo su trabajo en las calles de la capital", explica Autrán.

El coordinador general de Servicios a la Comunidad hace también una interpretación del Reglamento General de Vehículos diferente a la del edil socialista. En opinión de Autrán, esta norma está redactada para las grúas que prestan servicio en las carreteras, no en las ciudades. "No viene definido el ámbito urbano y se centra principalmente en las vías interurbanas", dice.

Gálibo insuficiente

Instalar lanzadestellos en las grúas conllevaría dos problemas para el Ayuntamiento: el coste y el hecho de que el gálibo (altura) de algunas bases donde trabajan las grúas no permite la colocación de esos dispositivos. La altura de los últimos vehículos adquiridos por el municipio tuvo que estudiarse muy detenidamente porque en algunas bases se corría el riesgo de que las grúas quedaran atrapadas en la entrada. De ahí que colocar un lanzadestellos en el techo de estas grúas genere un problema añadido. En algunos casos, los romperían cada vez que regresaran de un trabajo, añade el coordinador general de Servicios a la Comunidad.

Autrán reconoce que, pese a no ser obligatoria su instalación, sí sería "aconsejable" poner los lanzadestellos, ya que, como toda medida de seguridad y de protección, podría evitar accidentes o cuando menos algún susto a algún conductor despistado.

Hace tres años, los policías municipales comenzaron a denunciar a los trabajadores del servicio municipal de limpieza por llevar puestos los lanzadestellos amarillos cuando se traslababan desde los cantones de limpieza a los puntos de trabajo. Una orden del inspector jefe del cuerpo, José Luis Morcillo, en enero de 2002, puso fin al conflicto, al ordenar a los agentes que no sancionasen a los camiones de recogida de basuras argumentando que el uso de lanzadestellos de emergencia por parte de estos vehículos es "necesario para garantizar la seguridad vial y la de los propios operarios, a fin de evitar accidentes".

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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