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Elecciones en el PaísVasco

El PNV augura que, si gana, el Gobierno tendrá que negociar "o usar la fuerza"

Carlos E. Cué

El PNV utilizó ayer el mitin central de la jornada, en Tolosa (Guipúzcoa), para avanzar lo que pasará si gana de nuevo las elecciones. Entonces comenzará el proceso del referéndum, anunció Joseba Egibar, portavoz parlamentario y líder guipuzcoano. Y el Gobierno central tendrá "dos opciones, o sentarse a negociar o hacer uso de la fuerza". "Si viene con la segunda opción, le recibiremos con las manos en alto pero con la mayoría democrática".

En el mismo acto, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, pidió el voto de los jóvenes y recordó, para deslegitimar indirectamente el Estatuto de Gernika, que el 46% del censo vasco actual no pudo votarlo en 1979 porque ahora tiene menos de 44 años.

Ibarretxe recuerda que el 46% del censo vasco, los menores de 44 años, no votó el Estatuto
Los nacionalistas llaman a los suyos a "mantener el nervio" para un futuro referéndum
Egibar denuncia que las llamadas al modelo catalán de reforma del Estatuto "eran una trampa"
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La pareja formada por Ibarretxe y Egibar - este último aspiró el año pasado a liderar el PNV y fracasó frente al actual presidente, Josu Jon Imaz-, logró abarrotar el cine de Tolosa con simpatizantes mayoritariamente jóvenes y de mediana edad, acompañados de sus hijos. A pesar de que el mitin era en una zona teóricamente favorable a las ideas de Egibar, heredero designado de la línea política del anterior presidente del PNV, Xabier Arzalluz, el lehendakari demostró una vez más su tirón y todo el público, sin excepciones, se puso en pie para recibirlo en la tribuna. No lo hicieron con Egibar. Además logró cosechar la mayoría de los escasos aplausos que brinda la audiencia vasca a sus oradores.

Sin embargo, Egibar se mostró mucho más contundente en su discurso. Primero hizo un recorrido histórico y recordó que "Franco no fue derrotado, murió en la cama". "No hubo ruptura, sino reforma", insistió. "El 25 de octubre del 79 votamos sí al Estatuto, pero luego hubo un golpe de estado. Y el objetivo éramos nosotros, como se vio después con la LOAPA

[ley de desarrollo autonómico], aunque fuera declarada inconstitucional".

Más tarde animó a los suyos a mantener "el nervio". "Perdonadme, pero si no sentís tensión interna, estáis mal". No se refería a las elecciones del 17 de abril -"votar ahí es lo más fácil", señaló-. Hablaba del proceso siguiente, el del referéndum. "El billete no es sólo para el 17 de abril. Esto va a requerir compromiso por parte de todos", insistió tras aclarar que antes hay que vencer en los comicios: "En 2001 ganamos 33 a 32, ojo".

Ibarretxe se limitó a desarrollar su habitual discurso tranquilo contra "las decisiones que toman en un despacho en Madrid Zapatero y Rajoy". Pero también preparó a su gente para el referéndum tras las elecciones. Y sobre todo a los jóvenes.

Primero explicó que el 46% del censo vasco es menor de 44 años y, por tanto, no pudo votar el Estatuto en el 79. "800.000 personas en Euskadi, ¡Qué maravilla!, tienen menos de 44 años. Decidir, siendo joven, el futuro de tu empresa, de tu familia, de tu pueblo, es lo más grande. ¡Que no desperdicien esa oportunidad! Van a tener una ocasión única a lo largo de la legislatura de decidir cómo quieren vivir, qué relación vamos a tener con España", anunció.

El lehendakari insistió en su idea, expuesta ya en febrero en el Congreso de los Diputados, de que el proceso de autodeterminación es "imparable". "Ocho de cada diez vascos dicen en las encuestas que el futuro nos corresponde decidirlo a quienes vivimos y trabajamos aquí, hayamos nacido donde hayamos nacido. Y eso es imparable. Tenemos una cosa a nuestro favor: la ciudadanía vasca, cada vez con más fuerza, nos da su apoyo. Y los votos son el poder en democracia", aclaró entre aplausos.

Ibarretxe hizo alguna mención a la necesidad de respetar a los que no son nacionalistas. En cambio, Egibar despreció el llamado "modelo catalán de reforma" -en esa comunidad el nuevo Estatuto se está pactando entre todas las fuerzas, incluido el PP-: "Ahora nadie habla del modelo catalán, era una gran trampa y ha saltado por los aires", aseguró.

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