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Un paseo quijotesco por Barcelona

Cervantes no escatimó elogios a Barcelona en la segunda parte del Quijote. Ahora, con motivo del Año del Libro y la Lectura, la ciudad revive las hazañas del caballero idealista en la ciudad con una ruta literaria que se inauguró ayer. La propuesta consiste en recorrer los lugares que novelescamente pisó el hidalgo manchego. De paso, los cicerones van explicando la vida barcelonesa del siglo XVII.

El itinerario, seguido el primer día por 23 personas, arrancó en la plaza del Rei. Concretamente en el vestíbulo del Saló del Tinell. Los asistentes iban acompañados de un actor que interpretaba el papel de Onofre Lledó, un estudiante de la época escéptico ante la posibilidad de que Cervantes hubiera visitado la capital catalana. Antes de empezar, se repartieron los papeles que debían encarnar los presentes. Una señora quería hacer de librera, pero tuvo que conformarse con convertirse en beata de la Cofradía de la Purísima Sangre, que se encargaba de confortar a los condenados a muerte. Para contextualizar su personaje, le entregaron un rosario. Otra se encargó de dar vida a una nodriza, con su chal de gruesa lana, a pesar del calor. "¿Qué saben del Quijote?", preguntó la guía para romper el hielo. "Era un señor que tenía visiones", contestó Andreu, un niño aplicado. La calle del Call y la plaza de Sant Jaume son dos de las paradas. Tampoco falta el desfile frente al número 2 del paseo de Colom, presunta residencia de Cervantes. Y por supuesto, incluye una visita playera para contemplar el escenario de la derrota final del caballero.

Hasta el 8 de octubre, la ruta se repetirá todos los sábados, excepto el día de Sant Jordi y los meses de julio y agosto.

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