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Reportaje:VACACIONES DE SEMANA SANTA

La gran escapada a la nieve

Las estaciones de esquí esperan resarcirse del mal inicio de la temporada con una ocupación cercana al 100% en Semana Santa

Los esquiadores disfrutarán durante la Semana Santa de la última gran escapada de la temporada hacia las pistas, y lo harán con buen tiempo y notables grosores de nieve, tras el frío ártico y las nevadas caídas durante febrero. El mal tiempo fue recibido como un premio por las estaciones de esquí, cuyo negocio, hasta la fecha, estaba por debajo de los números del pasado año. "Esperamos recuperar en Semana Santa los bajos ingresos de Navidad", señalan los gestores de la nieve, que para estos días auguran una ocupación en el Pirineo que en algunas zonas se acercará al 100%.

La mejor tajada se la llevará el Pirineo occidental. El Patronato de Turismo de Lleida prevé un incremento de turistas del 10% respecto al pasado año. Las estaciones de esquí alpino esperan vender hasta un máximo de 120.000 forfaits, el 9% de toda la temporada. El impacto económico en estas comarcas rondará los 30 millones de euros.

Baqueira-Beret, una vez más, lidera el negocio de la nieve gracias al microclima de la Val d'Aran, de orientación atlántica. "Esta Semana Santa será mejor que la anterior", explica Roberto Buihl, portavoz de Baqueira-Beret. Con unos grosores de nieve que alcanzan los dos metros, el centro aranés ha sido el único de Cataluña que ha mantenido sus pistas abiertas durante el 90% de la temporada. Ahora, con la llegada de la primavera y la abundancia de nieve, el centro confía en superar los 682.000 visitantes del año pasado con un incremento cercano al 10%.

Las pistas del Pirineo oriental afrontan la última semana estrella del año con optimismo. "Hay nieve y se prevé buen tiempo. Ya era hora", dice Cristòfol Pérez, director comercial de La Molina. Pese al buen ambiente, las estaciones de esquí se quejan del alarmismo generado por la Administración durante el gélido mes de febrero. "Hubo miedo por las bajas temperaturas y las nevadas en el territorio catalán", precisa Pérez, que recuerda que "la mejor nieve llega cuando el termómetro cae por debajo de los cero grados". Una temperatura que permitió a los centros la fabricación de abundante nieve artificial. Pérez explica que el volumen de negocio de La Molina, hasta la fecha, está entre el 5% y el 10% por debajo de la pasada temporada, en la que vendieron unos 280.000 forfaits.

La masiva afluencia a las pistas comenzó el pasado fin de semana. La Masella registró unos 14.000 usuarios el domingo. No hubo tantos en La Molina, cuyo límite de esquiadores por día oscila entre 8.000 y 10.000. Pese a esta masificación, los responsables niegan que se produjera "un exceso" de afluencia.

Según la Asociación Catalana de Estaciones de Esquí y de Montaña, no existe un límite en los aforos de los centros al regirse por la ley del transporte. "El forfait se cobra exclusivamente por el derecho a utilizar los telesillas", explica Joaquím Alsina, director de la asociación. Al igual que las estaciones de esquí catalanas, las andorranas de Vall Nord y Grandvalira, y la aragonesa de Cerler prevén una ocupación del 100% en estas vacaciones.

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