Salud destinará 300 ambulancias a atender exclusivamente servicios urgentes
La espera de un vehículo no podrá superar los 10 minutos en el 87% de los casos
Trescientas ambulancias se destinarán exclusivamente a atender los servicios urgentes en Cataluña a partir del próximo verano. El Departamento de Salud tiene ya listo el proyecto de reorganización del transporte sanitario, que pretende evitar retrasos en la llegada de las ambulancias y cubrir más equitativamente todo el territorio. La espera no deberá superar los 10 minutos en el 87% de casos.
En la actualidad, algunas demoras en la llegada de la ambulancia para atender una urgencia se deben a que la empresa adjudicataria en la zona no tiene vehículos disponibles en el momento preciso porque los está utilizando para servicios programados (por ejemplo, el traslado de enfermos a ejercicios de rehabilitación). Salud quiere que estas situaciones dejen de producirse y contar con una flota de ambulancias sólo destinadas a cubrir eventuales emergencias. Por este motivo contratará, a través de un concurso público, un total de 300 ambulancias suplementarias que deberán estar disponibles las 24 horas. Para el transporte sanitario programado, el Departamento de Salud abrirá otro concurso, también antes del verano, de manera que ambos servicios estarán totalmente separados, aunque puedan realizarlos las mismas empresas adjudicatarias.
A partir de un estudio de necesidades realizado entre los años 2003 y 2004, el Departamento de Salud ha cifrado en 300 las ambulancias que deben estar disponibles exclusivamente para las emergencias, distribuidas en 140 bases diurnas y 90 nocturnas.
Para los casos de urgencia, el Departamento de Salud se ha propuesto que en el 87% de los casos vitales el tiempo de respuesta no supere los 10 minutos desde la recepción de la llamada hasta la llegada de la ambulancia. Sólo el 12% de los servicios tendrían una demora de 20 minutos como máximo, y las esperas superiores se limitarán al 1,19% de los casos.
Los vehículos de transporte urgente deberán llevar incorporado el sistema GPS, mediante el cual se podrá conocer su situación en todo momento, lo que permitirá a la central de coordinación mandar la ambulancia más cercana al lugar donde se produce la emergencia. "Serán vehículos nuevos, equipados con la tecnología asistencial más avanzada para reproducir una unidad de cuidados intensivos y dotados de personal cualificado para atender urgencias y realizar maniobras de reanimación", afirma Ricard Amengol, consejero delegado del Servicio de Emergencias Médicas, SA (SEMSA).
Todas las llamadas al 061 en demanda de una ambulancia se recibirán en una central, dotada de delegaciones territoriales, en la que, según se ha propuesto el Departamento de Salud, los operadores tardarán entre 6 y 12 segundos en contestar a la llamada telefónica. Las llamadas se derivarán a profesionales sanitarios que evaluarán la gravedad del caso y, si es necesario, serán atendidas luego por operadores que mandarán al lugar la ambulancia más próxima.
El objetivo de la Generalitat es incrementar la efectividad de un servicio, el del transporte sanitario urgente, que en los últimos años ha generado numerosas quejas de los usuarios y también de muchos ayuntamientos.
Sin distinciones por zonas
Estos tiempos deberán ser idénticos en todo el territorio, sin distinguir una zona rural del área metropolitana de Barcelona. Para ello, la Generalitat variará la actual distribución territorial de los lotes que se sacan a concurso: los 48 que hay en la actualidad pasarán a ser 12, que coincidirán en gran medida con las futuras veguerías.
Ricard Armengol admite que la implantación del nuevo modelo de transporte sanitario requerirá "un esfuerzo económico importante" para la Generalitat. La factura que el Departamento de Salud paga por el servicio (transporte programado y urgente), de unos 100 millones de euros, aumentará el 50%, según las previsiones del Gobierno catalán.
La separación del transporte sanitario urgente del programado y el incremento de recursos constituyen el eje del nuevo modelo que los tres partidos del Gobierno catalán se comprometieron a impulsar en el Pacto del Tinell. El PSC, ERC e ICV habían criticado duramente, cuando estaban en la oposición, el modelo de ambulancias instaurado por CiU en el año 2000 por considerar que carecía de la dotación presupuestaria necesaria y que la planificación de los recursos no atendía las necesidades reales del territorio.
Estas quejas han sido especialmente importantes durante el verano y en las zonas turísticas, cuando la población a la que se debe atender aumenta de forma exponencial y el número de ambulancias y el personal sanitario disponible no lo hacen al mismo ritmo.
