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FÚTBOL | 28ª jornada de Liga

"Me gustan los partidos duros y exigentes"

Torres gana su duelo con Ayala y se muestra feliz tras un encuentro "con muchos golpes"

"Me gustan los partidos difíciles, duros y exigentes; son los que me encanta jugar", explicó ayer Torres. Y el de ayer lo era. El Atlético saltó al campo sabiendo que tenía que romper dos maleficios si quería seguir aspirando a jugar en Europa la próxima temporada: en los últimos diez años nunca había ganado al campeón de Liga, y el Valencia, que levantó el título en el curso 2003-2004, había triunfado en seis de sus últimas ocho visitas al Calderón. Quizás por eso, Torres salió al césped con el pelo de punta, estilo El último mohicano, y lideró la pelea de su equipo.

Enfrente tenía a Ayala, un central de jerarquía, duro en la marca, un veterano de muchas batallas al que no debió amilanar el lanzamiento de bengalas rojas con que el Frente Atlético recibió a su equipo. "Es uno de los grandes jugadores de la Liga, me encanta enfrentarme a él", dijo luego el delantero. Pronto, nada más comenzar el partido, los dos jugadores se encontraron y Ayala descubrió las intenciones de Torres, que recibió un balón en la banda, le encaró sin miedo, y se fue por velocidad. Más tarde, el nueve saltó a por un balón con el central y le golpeó, continuando con el ritual de codazos y agarrones que les había acompañado durante todo el partido. Torres, que vivió un partido "con muchos golpes", debió impresionar tanto a los defensas valencianistas que pudo rematar a gol sólo un saque de córner. "El Atlético ha decidido el partido en una jugada a balón parado, en que hemos estado bastante despistados", dijo luego Antonio López, técnico del Valencia.

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Torres gana el combate

El Atlético tenía un plan, jugar por las bandas. El Valencia, un equipo tan cartesiano que hasta para calentar ordena a sus jugadores con unos conitos de colores fluorescentes, sólo ofrecía jugadas ensayadas y brega. Tanta fue la lucha entre los dos equipos que el partido se enredó, trufado de faltas, de choques entre jugadores y de reclamaciones al árbitro, un escenario que el Valencia domina a la perfección. El primero en caer fue el colombiano Perea, que sufrió un traumatismo craneoencefálico y acabó abandonando el partido. Igual que Richard Núñez, que había sustituido a Jorge y al que Navarro le dejó la marca de los tacos en la rodilla izquierda.

En medio de todo estaba Torres, que se dobló el tobillo tras luchar un balón imposible con Ayala. Pronto volvió al partido, cojeando y observado por un fondo sur semivacío. Sus ocupantes, mayoritariamente del Frente Atlético, se desplazaron en masa hacia los laterales para protestar contra el árbitro y la detención de dos de sus compañeros tras una pelea con la policía a las puertas del estadio.

Operarios del Atlético retiran una de las bengalas.
Operarios del Atlético retiran una de las bengalas.CLAUDIO ÁLVAREZ

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