Rienda vuelve a lo más alto

La solitaria joya del desaparecido esquí español abrió definitivamente ayer las esperanzas de medalla olímpica para los Juegos de Invierno de Turín, el año próximo. El 24 de febrero de 2006 será el día clave. María José Rienda, menos de un mes después de lograr su primer triunfo en la Copa del Mundo de esquí alpino, se impuso en la segunda y con ello repitió el tercer lugar absoluto en la temporada, algo que ya había conseguido la pasada campaña por primera vez.

Su progresión, lenta y con esfuerzo por la soledad en la élite, aunque haya tenido todos los medios a su disposición, llegará con 30 años a intentar conseguir lo que sería su mayor gloria.

Con su victoria ayer en la última prueba de Lenzerheide (Suiza), la esquiadora granadina tiene ya la mitad de triunfos que Blanca Fernández Ochoa, la única perla anterior española, medalla de bronce olímpica también en su despedida, en el eslalon de los Juegos de Albertville 92. Pero Rienda, al conseguir sus dos primeros éxitos consecutivos ahora, ya tiene, al menos, un récord particular.

Necesitaba ayer superar a la eslovena Tina Maze, que aún la aventajaba en la puntuación tras su primer triunfo el pasado 20 de febrero en Äre (Suecia). Y no sólo ganó, sino que Maze quedó 12ª. También cumplió la ganadora de la clasificación parcial de gigante, la finlandesa Tanja Poutianen, segunda ayer tras María José, pero el desastre rondó a la sueca Anja Paerson, que sólo fue 17ª y estuvo a punto de perder incluso la Copa del Mundo absoluta. Acabó ganando el Globo de Cristal -que en hombres había confirmado ya el día anterior el estadounidense Bode Miller-, por sólo tres puntos sobre la croata Janica Kostelic, que tampoco brilló al ser octava.