Damasco busca apoyos ante la presión internacional
El presidente sirio, Bachar el Asad, viajará hoy a Arabia Saudí en un intento por reducir la intensa presión que ejerce la comunidad internacional sobre Damasco debido a la situación en Líbano. El Asad tiene previsto dialogar con el príncipe heredero y gobernante de Arabia Saudí, Abdala bin Abdulaziz, y visitar al rey Fahd. Éste es el segundo acercamiento sirio a Arabia Saudí desde el asesinato, el 14 de febrero, del ex primer ministro de Líbano Rafik Hariri. La oposición libanesa responsabiliza a Siria del atentado.
Antes de partir, el líder sirio recibió al emir de Qatar, jeque Hamad bin Jalifa Al Zani, para analizar la futura retirada de los 14.000 soldados sirios desplegados en Líbano -exigida por la resolución 1.559 del Consejo de Seguridad- y prometida ahora por Damasco, pero sin concretar una fecha. Además, hablaron de la cumbre de la Liga Árabe, prevista para finales de este mes en Argelia. Fuentes diplomáticas árabes en la capital siria no descartan la posibilidad de que Al Zani, uno de los aliados de EE UU en la región, trate de mediar entre Damasco y Washington.
El presidente estadounidense, George W. Bush, redobló ayer sus advertencias a Siria para que abandone Líbano al afirmar que la comunidad internacional coincide en que la injerencia de Damasco debe acabar de inmediato. Durante una visita a un centro educativo en Maryland, Bush dijo que el mundo "habla con una sola voz cuando se trata de asegurarse de que la democracia tiene la oportunidad de florecer en Líbano". Washington ha responsabilizado también a Siria del atentado perpetrado la semana pasada en una discoteca de Tel Aviv que causó cuatro muertos.
Francia, país promotor junto a EE UU de la resolución 1.559, advirtió ayer, en palabras de su ministro de Exteriores, Michel Barnier, de que Francia y los demás países permanecerán "extremadamente vigilantes" para que se cumpla la retirada de tropas sirias de Líbano anunciada por El Asad.
