Carvin Jones llega a Bilbao con su 'rhythm & blues'
La primera gira española de Carvin Jones, que incluye ocho escalas, recala hoy (21.00; 14 euros, 12 en venta anticipada) en el Kafe Antzokia de Bilbao. La Carvin Jones Band se presentará en formato trío (guitarra, bajo y batería), una formación sencilla que huye de la monotonía gracias al gusto del bluesman tejano por el espectáculo, que en ocasiones le lleva a tocar dos guitarras al tiempo, pulsar las cuerdas con el instrumento colgado a su espalda o abandonar el escenario para seguir tocando entre el público.
Sus conciertos son sesiones básicas de blues, blues rock y animoso rhythm & blues en las que el sonido de su Fender Stratocaster y su estilo incendiario son protagonistas. Su vertiente más exhibicionista surge cuando afronta adaptaciones de Jimi Hendrix, como Drivin' south o Voodoo child. También aborda boogie y funk rock y su repertorio acostumbra a incluir otros clásicos, como los celebérrimos Hoochie coochie man, de Willie Dixon, y el Sweet home Chicago, de Robert Johnson, o Roadhouse blues, de los Doors.
Hasta ahora, el guitarrista estadounidense ha dejado constancia de su pericia instrumental en seis álbumes, editados desde 1998. Su séptima entrega debería estar ya en las tiendas, pero un "conflicto contractual" ha retrasado su edición, al menos, hasta la próxima primavera.
Jones nació en 1966 en Lifkin (Texas). A los 22 años se mudó a Phoenix (Arizona), donde trabajó como camarero, dependiente de una ferretería y peón de albañil antes de poder vivir de la música, de la facturada con su grupo y de la de Ten Years After, célebre banda en que evidenció las influencias asimiladas de Jimi Hendrix, Stevie Ray Vaughan, T-Bone Walker y Freddie King durante su gira de 2002.
Por otra parte, mañana (21.00) actuarán en la sala Bilborock los grupos Agnostic Front, Die Cast y Death Before Dishonor, que ha sustituido en el cartel inicial a Terror. Este concierto forma parte del Unity Tour 2005, en el cual Agnostic Front, estandarte desde hace más de dos décadas de la politizada escena hardcore neoyorquina, promociona los temas de Another voice (Nuclear Blast), su más reciente entrega.
