Estudiantes contra Franco
Uno de los rasgos destacados en la historia de la oposición al franquismo fue la movilización de los estudiantes universitarios, que tuvo como prólogo los sucesos de febrero del año 1956 y alcanzó gran intensidad en toda la segunda mitad de los años sesenta. Además muchos de aquellos jóvenes militantes formarán más tarde los cuadros de la izquierda en el curso de la transición democrática.
Hace ya tiempo que José María Maravall dedicó un excelente trabajo a los orígenes sociológicos de la militancia universitaria y luego ha habido un goteo de estudios valiosos, tales como el sugestivo Jaraneros y alborotadores que en el año 1982 escribió a partir de los fondos documentales de la Universidad Complutense el entonces vicerrector Roberto Mesa. El título de la tesis ahora publicada de Álvarez Cobelas se sitúa en la estela del libro de Mesa, recogiendo la calificación peyorativa que las autoridades franquistas otorgaban a quienes inesperadamente para ellas venían a poner en tela de juicio al régimen y nada menos que a plantear la inexorabilidad del socialismo.
ENVENENADOS DE CUERPO Y ALMA. La oposición universitaria al franquismo en Madrid (1939-1970)
José Álvarez Cobelas
Siglo XXI, Madrid, 2004
396 páginas. 22 euros
La valoración del trabajo puede resumirse en una sola frase: es una notable crónica. El autor ha reconstruido cuidadosamente la anatomía y la evolución del movimiento universitario, con algún error como hacer catedrático a don Eugenio Lostau, pero ofreciendo en general un excelente entramado para futuros análisis.
Las limitaciones saltan tam-
bién a la vista en esta obra de José Álvarez Cobelas. Así, por ejemplo, en la reconstrucción falta toda profundización en los cambios ideológicos, más allá de los planteamientos generales, con lo cual el cambio de mentalidad de la década permanece en la sombra. Y falta sobre todo historia oral, porque los protagonistas están ahí. Por eso puede hablar de grupos de inspiración trotskistas sin mencionar la importancia de su presencia en el felipe y el papel jugado en su crisis. Al respecto véanse las memorias publicadas recientemente por José Ramón Recalde. Asimismo narra en blanco y negro el recital del cantante valenciano Raimon el divuit de maig, atribuyendo su organización a "alumnos cercanos o miembros del FLP". Al pertenecer el autor a la Universidad Autónoma de Madrid, tenía bien cerca, como catedrática de su materia, a la delegada de Asuntos Culturales que gestionó la autorización del acto.
Y tampoco se hubieran negado a informarle personas como Jaime Pastor, Joaquín Arango y otros tantos más. Pero tal vez la ausencia más grave concierne a las mutaciones en el marco cultural que impulsaron tan saludable envenenamiento.
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