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Maragall insiste en cambiar la Constitución para introducir las "comunidades nacionales"

El presidente catalán se desmarca de la posición del Gobierno y del PSOE

Luis R. Aizpeolea

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, se mostró ayer favorable a reformar el artículo 2 de la Constitución frente a la opinión del Gobierno y del PSOE, cuyo número dos, José Blanco, dijo el lunes que "no es intención del Ejecutivo" modificarlo. Dicho artículo proclama "la indisoluble unidad de la nación española y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas". Maragall quiere que se introduzcan las "comunidades nacionales".

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Maragall leyó un discurso, dedicado a la reforma del Estatuto de Cataluña, seguido de un coloquio, en la sede de la Comunidad de Madrid, en la Puerta del Sol, donde fue presentado por su presidenta, Esperanza Aguirre, del PP, en presencia de ministros como el de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, y de Sanidad, Elena Salgado; de altos cargos de la Comunidad de Madrid; dirigentes del PSOE como José Blanco y personajes de la vida económica y social de la capital. El acto fue organizado por el Foro Nueva Economía.

En su discurso, el presidente de la Generalitat citó al presidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente, presente en el acto, al que atribuyó la fórmula de "comunidades nacionales" para referirse a Cataluña, el País Vasco, Galicia y a la comunidad foral de Navarra. A renglón seguido, aseveró: "Es una fórmula discutible, como todas, pero interesante. Espero que modifique y cualifique el artículo 2 de la Constitución".

En el coloquio posterior, Rubio Llorente tomó la palabra por alusiones. Aclaró, en primer lugar, que sus opiniones eran a título personal y no en calidad de presidente del Consejo de Estado.En segundo lugar, precisó que las "comunidades nacionales" las entendía de modo distinto a como lo hacía Maragall. Dijo que eran "comunidades culturales, no jurídicas ni políticas ni territoriales".

Maragall, en su respuesta a Rubio Llorente, precisó que "no estaría mal" que una reforma del artículo 2 de la Constitución "señalara realidades territoriales distintas, no sé si culturales y políticas". También precisó que debía afectar a las comunidades autónomas de Euskadi, Cataluña y Galicia. E insistió en la defensa del término "comunidades nacionales" porque "es un intento muy serio de avanzar" para que la Constitución "fuera ampliamente admitida" en las comunidades autónomas que, de otro modo, "sería más difícil".

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Dicha fórmula contradice la posición del Gobierno y del PSOE. El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, en su intervención en el Senado en junio, se opuso a la reforma del artículo 2 de la Constitución. El mismo lunes, el secretario de organización, José Blanco, reiteró la posición en una conferencia en el Club Siglo XXI. Curiosamente, ayer ambos políticos estaban en la conferencia-coloquio de Maragall. Blanco se ausentó antes de que se iniciara el coloquio.

En el mismo coloquio se le recordó a Maragall lo que dijo Blanco el lunes, esto es, su discrepancia a modificar el artículo 2 de la Norma Fundamental, y respondió: "La Constitución no creó las autonomías, sino el sistema para llegar a ellas. Sería muy bueno que no sólo se las nombrara (como prometió el presidente del Gobierno), sino también se las denominara. Y si ello fuera así, habría que reformar y derogar varios artículos de la Constitución por su reiteración".

Maragall dijo también que la pretensión de la reforma del Estatuto de Cataluña es "el reconocimiento pleno de la singularidad nacional catalana", pues el Estado autonómico "surgido de la Constitución de 1978 no lo ha resuelto satisfactoriamente".

Para lograr ese objetivo, Maragall propuso cuatro condiciones: el reconocimiento de las instituciones propias de autogobierno, la garantía del dualismo competencial entre el Estado y las instituciones autonómicas, la existencia de una institución verdaderamente neutral para dirimir los conflictos de competencias entre las instituciones del Estado y las autonómicas y una "real, suficiente y efectiva autonomía financiera" que "corrija el desequilibrio contrario a Cataluña".

Esperanza Aguirre y Pasqual Maragall, durante la firma del protocolo de colaboración cultural entre las comunidades de Madrid y Cataluña.
Esperanza Aguirre y Pasqual Maragall, durante la firma del protocolo de colaboración cultural entre las comunidades de Madrid y Cataluña.CLAUDIO ÁLVAREZ

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