Tura reconoce que faltan 3.500 'mossos' para el despliegue
La escasa respuesta de los guardias civiles y los policías nacionales frustra las previsiones
Las cuentas para el despliegue de los Mossos d'Esquadra cuadrarán con dificultad. La consejera de Interior, Montserrat Tura, advirtió ayer de que faltan 3.500 plazas de las 15.000 previstas para 2008. Un millar de éstas tenían que ocuparlas agentes de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía (CNP), pero su interés ha sido mínimo. La falta de información, la exigua diferencia salarial actual y el temor a la reacción en sus cuerpos explican el desinterés.
Aún faltan 3.500 agentes para garantizar el despliegue en toda Cataluña, previsto para 2008, señaló ayer Tura. Además de los que salgan de la escuela, los Mossos d'Esquadra necesitan que se cubran las 1.006 plazas reservadas a agentes que provengan de la Guardia Civil y el CNP.
El año pasado se celebró la primera convocatoria, de 112 plazas. Se presentaron 85 candidatos y aprobaron 44. La mayor criba fue el examen de catalán. Tura deslizó la semana pasada una crítica al anterior Gobierno por no haber convocado las plazas antes. "La normativa se hizo tarde y mal", dijo.
Francisco Macías, secretario general del Sindicato Unificado de Policía de Cataluña, lo corrobora. "Esto tendría que haber empezado en 1994, con el despliegue en Girona. Ahora las plantillas están muy estabilizadas". También fuentes de la Guardia Civil: "Tenemos la gente justa para nuestras competencias y los puestos de trabajo son estables".
Otra de las quejas es la falta de información sobre las convocatorias, como sostienen Albert Fabregat, secretario general del Sindicato de Policía de Cataluña -mayoritario en los Mossos-, y José Cabrera, de la Asociación Profesional de la Guardia Civil. Fuentes del Departamento de Interior justifican que la campaña no sea más amplia por razones de corrección política. "No estaría bien visto que diéramos mucha publicidad al tratar de convencer a agentes de otros cuerpos para que los abandonen y se vengan con nosotros. Se ha dado mucha información entre los sindicatos", precisó.
Los salarios tienden a igualarse. Según cálculos de Macías, los mossos sólo ganan ahora unos 180 euros mensuales más. "Por esa diferencia no merece la pena complicarse. Si llevan 10 años en la unidad de investigación de Barcelona, no se arriesgan a acabar en Seguridad Ciudadana en la otra punta de Cataluña", juzga Fabregat. En resumen, con el cambio se pierden los derechos adquiridos. La convocatoria del año pasado era de escala básica: los cargos cualificados de otros cuerpos que optaban a entrar en los Mossos sabían que perderían sus galones en el trasvase. Como ejemplo, un sargento de la Guardia Civil habría echado a perder dos oposiciones.
Opositar a otro cuerpo de seguridad y no conseguir el objetivo deja al interesado en una situación incómoda a su regreso al trabajo, según Cabrera, que asegura que en algunas unidades del instituto armado pedir el traslado es considerado una "traición". Macías niega que en el CNP se den esos problemas.
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