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Reportaje:

Un año entero para la física

El centenario de trabajos legendarios de Einstein, una ocasión para acercar la ciencia a la sociedad

Mucho ha cambiado la física en los 100 años desde que Einstein sacudió el mundo con sus trabajos. Física es la electrónica, la meteorología, la mecánica de fluidos, la astronomía y la ciencia de materiales, entre otras disciplinas, y no sólo la gran física (como la teoría de la relatividad, la cosmología o la física de partículas), se puso de relieve en el congreso Física para el Porvenir celebrado en París. Allí se reunieron más de medio millar de físicos, entre ellos ocho premios Nobel, y un número algo menor de estudiantes de entre 18 y 21 años.

Al contrario de lo que sucedía en tiempos de Einstein, el alemán ha dejado de ser un idioma importante de la ciencia y la primera potencia en física no es algún país europeo, sino Estados Unidos, donde Einstein vivió desde 1932 hasta su muerte en 1955, hace 50 años. Sin embargo, en la apertura del congreso celebrado la semana pasada, que marcó el inicio del Año Mundial de la Física, en la sede de la Unesco, ninguno de los 12 invitados -científicos y políticos- era estadounidense. Tampoco había ninguna mujer, y entre los conferenciantes de las sesiones posteriores sólo hubo una, la estadounidense Myriam Sarachik, especialista en imanes moleculares. Y ello a pesar de que, como dijeron, entre otros, los ministros brasileño, portugués y francés de investigación en la sesión de apertura, la física, quizás víctima de su propio éxito en el siglo pasado, atraviesa una crisis de vocaciones y de comunicación con la sociedad que convierte este año internacional en el instrumento idóneo para intentar paliarla.

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El Año Mundial de la Física se ha planteado así como una oportunidad de popularizar una ciencia que ha dado lugar a avances cuyos resultados son omnipresentes en la sociedad actual, desde la electrónica a la astronomía, pasando por la medicina y la energía nuclear, comentó Martial Ducloy, organizador del encuentro. Por su parte, Robert Aymar, director del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) recordó que actualmente sólo se conoce el 5% del universo y que ello es una buena razón para apoyar la investigación básica, e Yves Petroff, presidente de la Unión Internacional para la Física Básica y la Aplicada (IUPAP), estuvo en la línea de muchos otros al rechazar las predicciones, a pesar del lema del congreso, cuando subrayó: "La física es impredecible". Puso como ejemplo Petroff las grandes expectativas surgidas tras la obtención en 1986 de materiales superconductores de alta temperatura, que merecieron un inmediato premio Nobel, pero que no han cumplido hasta ahora las esperanzas depositadas en ellos.

La opinión que le merece esta apertura del año mundial a e Gerardo Delgado, presidente de la Real Sociedad Española de Física y presente en París, es muy favorable: "Ha sido un esfuerzo por demostrar a la sociedad la importancia y el futuro de la física en el siglo XXI, en colaboración con otras ciencias, como la química y la biología". El congreso de París es el primer acto de una densa serie de actividades que tendrán lugar en la mayoría de los países del mundo a lo largo de 2005 para recordar los legendarios artículos de Einstein, comentó el director general de la Unesco, Koichiro Matsuura, en un mensaje grabado emitido en el acto de inauguración del congreso.

En España el Año Mundial de la Física arrancará el 11 de febrero con un acto en el Congreso de los Diputados, pero habrá actividades en todas las regiones autonómicas, fundamentalmente en universidades y museos. El 10 de mayo, explica Delgado, se realizará un acto institucional en el CSIC y ya han abierto sus puertas algunas de las exposiciones previstas este año. La actividad más internacional, sin embargo, será la Olimpiada de Física, que se celebrará en Salamanca a principios de julio, justo antes de una gran conmemoración en la Universidad de Berna (Información en www.rsef.es).

En el congreso de París, los jóvenes y los países en desarrollo fueron los verdaderos protagonistas. Entre los estudiantes, de 70 países, asistieron nueve de España, que estaban encantados de poder escuchar en directo e incluso charlar con los premios Nobel. Javier Infante, estudiante de bachillerato del colegio Retamar de Madrid, estaba especialmente interesado en la nanotecnología. Saul Beceiro, estudiante de físicas, tenía además la misión de contar lo que había pasado en el congreso en su facultad de la Universidad de Santiago de Compostela.

La necesidad de dar oportunidades a cualquier joven que valga para la investigación en física, sea cual sea su país de origen, está entre las preocupaciones más importantes que subyacen al Año Mundial de la Física. Cómo conseguir que los jóvenes de los países en desarrollo se formen adecuadamente pero sin dejar definitivamente su país es el colofón de esta preocupación, común a toda la ciencia. Otra preocupación es la autoexclusión de los jóvenes respecto a la ciencia en los países en desarrollo porque la consideran occidental en lugar de mundial, comentó el científico indio Katepalli Raju Sreenivasan, director del Centro Internacional de Física Teórica Abdus Salam de Trieste. Según Petroff, si los países en desarrollo creen que se pueden desarrollar sin hacer esfuerzos en investigación básica, se equivocan. "Es básico mantener un buen equilibrio entre la física básica y la aplicada", afirmo también.

El premio Nobel que demostró ser más popular entre los jóvenes, que se disputaban fotografiarse con él y sus autógrafos, fue el francés de origen argelino Claude Cohen-Tannoudji, que trabaja en el enfriamiento y manipulación de moléculas y átomos. En su charla sobre la presencia de la física cuántica en la vida cotidiana fue muy tajante. La física cuántica no es una teoría abstracta para especialistas, la mayor parte de los objetos técnicos que utilizamos en la vida cotidiana están basados en la física cuántica, afirmó. Hay tantos ejemplos, como el láser, toda la electrónica de estado sólido, la resonancia magnética nuclear, los relojes atómicos. Es el láser, que se remonta a una idea de Einstein, la de la emisión estimulada de la luz, el que se utiliza para parar y enfriar los átomos, abriendo nuevas e interesantes puertas a la física actual. Y las propiedades consideradas inexplicables o meras curiosidades del microcosmos -el reino de la mecánica cuántica están empezando a ser utilizadas para almacenar informacion (ordenadores cuánticos) y transmitir informacion (criptografía cuántica). "Nuestra capacidad de controlar y manipular los sistemas cuánticos ha aumentado mucho en las últimas décadas y es un nuevo campo de investigación", resaltó Cohen-Tannoudji.

La esquiva innovación

¿Y cómo influyen la ciencia en general y los avances de la física en particular en la industria a través de la tan deseada y a menudo esquiva innovación? El ingeniero Claus Weyrich, directivo del gigante europeo Siemens AG dio una muy matizada explicación de tan complejo tema que situó a cada cual en su sitio. En una era en la que la información se impone sobre cualquier otro sector productivo la explicación de este salto, sin precedentes por la velocidad y la magnitud, está en la microelectrónica, con el posterior añadido del software, dijo. Un ejemplo clarísimo, la telefonía móvil. La investigación transforma el dinero en conocimiento y la innovación transforma el conocimiento en dinero, recordó Weyrich. La investigación, matizó, es una condición necesaria pero no suficiente para que se produzca innovación, que es la que crea valor, crecimiento y aumento de puestos de trabajo. Por eso, dijo, además de invertir en investigación, que da lugar a la tecnología, es imprescindible para una empresa contar con personas con creatividad y visión estratégica del futuro, los que pintan "las imágenes del futuro, según sus palabras.

La interacción de la empresa con la investigación pública es estrecha, pero son dos mundos distintos, recalcó Weyrich, movidos por objetivos diferentes. La investigación pública se mueve por la curiosidad y dispone de una gran libertad, que debe ser garantizada por los Gobiernos. Cuando ambos mundos interactuán "la dos partes deben ganar", subrayó.

¿Y el futuro? Ningún producto nuevo dependerá de una sola tecnología, aseguró el directivo alemán, y para conseguir uno la difícil receta tiene que mezclar todas o varias de esta larga lista de tendencias: el software sustituye progresivamente al hardware, la miniaturización, el aumento de la complejidad, la descentralización de los centros de control, la integración, la virtualización, la modularidad, la estandarización y la sostenibilidad.

Albert Einstein, durante una visita a la Escuela  Industrial de Barcelona en 1923.
Albert Einstein, durante una visita a la Escuela Industrial de Barcelona en 1923.

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