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Tribuna:OPINIÓN | Apuntes
Tribuna
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Las universidades valencianas y los parques científicos

Los parques científicos y tecnológicos iniciaron su andadura hace varias décadas. Desde sus orígenes, cuando nacieron gracias al empuje innovador de algunas universidades norteamericanas y una coyuntura favorable, han evolucionado de forma muy diversa y, en algunos casos, han propiciado unos resultados espectaculares. En la actualidad existe una amplia experiencia en este tipo de iniciativas y nadie duda de su relevante papel en el desarrollo industrial y económico de numerosos países.

La investigación, tanto básica como aplicada, tiene como principal objetivo contribuir al desarrollo de la sociedad y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, así como propiciar e impulsar los procesos de innovación que contribuyan de forma definitiva a la generación de conocimiento, la mejora de la competitividad y prosperidad futura, el mantenimiento y la generación de empleo, la mejora de salud y la preservación del medio ambiente.

Los parques científicos, en colaboración con las universidades, permiten utilizar la capacidad científica y técnica de las mismas como vector de nuevas actividades económicas, atraer algunos centros de I+D de empresas, o constituirse en los centros de I+D de otras que, por su tamaño, no pueden disponer de los suyos propios. Además, pueden contribuir a la financiación de sus grupos de investigación. En definitiva, pueden ser los espacios naturales donde propiciar la transferencia de tecnología y conocimiento, actuar como interfase natural entre los distintos agentes productivos, y contribuir decididamente al desarrollo local.

Las asociaciones internacionales AURRP (Association of University Related Research Parks) y la IASP (International Association of Science Parks) coinciden en que los objetivos de un parque científico consisten en la creación o instalación de empresas innovadoras, basadas en la tecnología, o empresas que elaboran productos de alto valor añadido. También coinciden en que se desarrollan en un ámbito geográfico determinado, propiciando la colaboración de universidades u otros centros de investigación y educación superior. La capacidad de desarrollo de proyectos, el planteamiento de alternativas, la propuesta de soluciones innovadoras, la capacidad formativa continuada de técnicos, el acceso a instalaciones especializadas, la disponibilidad de personal altamente cualificado, y toda una serie de servicios de alto nivel y calidad son indudables atractivos para las empresas que se plantean su instalación en un parque científico.

La experiencia demuestra que aquellas empresas que se han instalado en parques científicos y/o han invertido en investigación, desarrollo e innovación son las que han aumentado su porcentaje de supervivencia a las distintas crisis a las que el mercado nos tiene acostumbrados.

Desde 1997 las universidades valencianas han sido sensibles a esta problemática y han planteado, en distintos momentos, sus proyectos de parque científico. Muchas de ellas son miembros de la Asociación Española de Parques Tecnológicos y Científicos (APTE) e incluso de la anteriormente mencionada IASP. La situación actual es que todas cuentan con un proyecto de esta naturaleza.

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Los planteamientos y objetivos de cada uno de estos proyectos son diversos y responden a las distintas coyunturas socio-económicas de su entorno y al potencial de cada universidad. Así, algunas han creado una fundación para su desarrollo y su proyecto se circunscribe al propio campus, otras han planteado un consorcio entre distintas administraciones y asociaciones empresariales y la universidad, y han adquirido terrenos fuera del campus actual. En otros ocasiones, es la propia universidad la que plantea desarrollar el proyecto en solitario, contando en algunos casos con el apoyo de las instituciones locales, del entorno empresarial y de algún parque industrial ya creado.

El grado de desarrollo de estos proyectos es también distinto. Mientras que unos están ya muy avanzados y está prácticamente finalizada su construcción, otros todavía se encuentran en fase de diseño o definición. En cuanto al número de empresas y la actividad que pueden desarrollar, también hay una gran diversidad. Mientras que en algunos casos hay ya empresas instaladas y en producción, en otros apenas se contempla la instalación de empresas, y las pocas que pueden instalarse, debido a la disponibilidad de espacio, deben cumplir unas condiciones muy estrictas y limitar sus actividades a la investigación, diseño e innovación.

Ahora bien, todas estas iniciativas tienen denominadores comunes. En todos los casos se contempla como un instrumento necesario para el desarrollo y expansión de los grupos de investigación e institutos universitarios de cada universidad. Además, en todos los proyectos se requiere, como condición necesaria, la vocación aplicada de las investigaciones y la transferencia de tecnología. También coinciden en su utilización para albergar las iniciativas empresariales derivadas de proyectos concebidos en la universidad (los spin-off), así como las incubadoras de empresas.

Hace ya tres años se creó la Red de Universidades Valencianas para la Investigación y el Desarrollo (RUVID). Desde entonces, la temática de los parques científicos se ha considerado de gran interés y se ha reconocido el importante y decisivo papel que estos instrumentos pueden y deben jugar en el desarrollo de nuestra Comunidad y nuestras Universidades. En la última asamblea de la asociación se trató monográficamente este tema y se acordó adoptar una postura conjunta ante la administración regional. RUVID está convencida de la necesaria participación de las universidades en estos proyectos y la estrecha colaboración que debe reinar entre todos los agentes del sistema valenciano de ciencia y tecnología, administración, universidades, institutos tecnológicos, y empresas.

La Generalitat Valenciana es también sensible a esta problemática y ha creado recientemente la Consejería de Empresa Universidad y Ciencia y, dentro de la Secretaría Autonómica Empresa Universidad y Ciencia, la Dirección General de Coordinación de Infraestructuras Científicas y Tecnológicas se ocupará de coordinar estas iniciativas. RUVID se pone al servicio de la Administración para desarrollar conjuntamente el programa de actuaciones y el establecimiento de los sistemas de financiación que posibiliten el desarrollo de los distintos proyectos, contemplando tanto los aspectos comunes, como las características propias de cada uno de ellos.

Estamos convencidos de que con una política de cooperación y el apoyo decidido a estas iniciativas se conseguirá un avance importante de nuestras empresas y una mejora de su competitividad, posicionándolas en una situación ventajosa para afrontar con éxito los constantes cambios a los que se ven sometidas. Estas medidas supondrán un impulso notable al desarrollo de nuestras universidades y centros de investigación y tendrán un impacto muy importante en su entorno, contribuyendo de forma decisiva al avance y bienestar de nuestra sociedad.

RUVID es la Red de Universidades Valencianas para el Fomento de la Investigación, el Desarrollo y la Innovación.

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