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Universidad

Expertos y ONGs reivindican una investigación más solidaria para romper el nexo enfermedad-pobreza

La relación entre enfermedad y pobreza en los países menos desarrollados degenera en un círculo vicioso al que se puede y es necesario poner freno. Ésta ha sido la tesis que ha concitado el acuerdo de los expertos y miembros de distintas ONGs que han participado en la tercera edición de las jornadas organizadas por el Fondo 0,7 de la Universidad del País Vasco (UPV) y celebradas la semana pasada en la Facultad de Ciencia y Tecnología del campus de Leioa. La secretaria de esta asociación, la profesora de Matemáticas Marta Macho, ha destacado la importancia de que mensajes y realidades como las dibujadas por los distintos ponentes lleguen a los alumnos, principales destinatarios de esta iniciativa. "Uno de nuestros objetivos es educar en la solidaridad y estamos contentos porque han acudido a las charlas bastantes jóvenes que han podido conocer visiones nuevas de problemas que afectan a millones y millones de personas", resalta la representante de esta iniciativa, que agrupa a 450 trabajadores de la UPV que donan el 0,7 de su nómina a proyectos de cooperación al desarrollo.

Eso es lo que ha tratado de trasladar uno de los más relevantes, el investigador Pedro Alonso, conocido por su trabajo en África en la obtención de una vacuna contra la malaria. Alonso centró su conferencia en explicar la necesidad de una investigación más solidaria e inteligente que permita romper la cadena que une y provoca enfermedad y pobreza.

La propuesta de la renta básica ha sido otro de los puntos fuertes tratados en las jornadas. Uno de sus grandes defensores, el economista catalán Daniel Raventós, subrayó que es posible redistribuir la riqueza para acabar con la pobreza extrema. Raventós defendió la viabilidad de una renta básica universal y mensual de 5.400 euros concedida a todas las personas. Otro economista, José María Navajas, de Economistas sin Fronteras, incidió en las dificultades para poder cumplir con los compromisos de solución de la pobreza y en pro del desarrollo humano que adquirieron los gobiernos en la llamada Declaración del Milenio propiciada por la ONU.

El último día se dedicó a un debate entre miembros de diferentes ONGs en la que se quiso constatar que la pobreza no consiste en tener poco, sino en sufrir múltiples barreras y obstáculos que hacen indigna la vida de las personas.

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