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La OCDE revisa a la baja, hasta el 2,9%, la previsión de crecimiento mundial en 2005

El organismo reduce al 2,7% su estimación para España y advierte otra vez sobre la vivienda

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que ni la subida del precio del petróleo ni el descenso continuado de la cotización del dólar han tenido todavía efectos significativos sobre el crecimiento de la economía mundial, que situará en un 3,6% para este año, dos décimas más de lo previsto. La OCDE, sin embargo, ha revisado a la baja el pronóstico para 2005, del 3,3% al 2,9%, porque el constante encarecimiento del petróleo está minando la confianza de los consumidores. En cuanto a España, la OCDE es más pesimista que en su informe anterior y sitúa el crecimiento en un 2,6% en 2004 y un 2,7% en 2005, dos y tres décimas menos, respectivamente. Los precios de la vivienda son la principal preocupación.

El informe semestral de la OCDE sobre las perspectivas económicas, presentado ayer por el economista jefe de este organismo, Jean Philippe Cotis, rebaja también su previsión de crecimiento para Estados Unidos de un 4% a un 3,3% en 2005 y la sitúa en un 3,6% para 2006. El déficit presupuestario norteamericano seguirá siendo elevado durante los dos próximos años, lo que atribuye en parte al esfuerzo bélico y de reconstrucción, tanto en Irak como Afganistán. Según explicó Cotis, el déficit federal podría ser del 4,1% del producto interior bruto (PIB) en 2005 y del 4,2% en 2006, y sólo a partir de entonces se podría esperar una reducción hasta el 3,5%.

La OCDE considera que hay "vientos" que soplan contra el crecimiento económico en Europa. Las economías de la eurozona no están aprovechando suficientemente el enorme crecimiento del comercio mundial pese a su gran potencial exportador. La OCDE eleva en dos décimas, hasta un 1,8%, su anterior previsión para el año 2004 en la zona euro, pero reduce medio punto, hasta un 1,9%, la correspondiente a 2005.

El PIB de Alemania, la principal economía de la zona euro, crecerá tan sólo un 1,2% este año y un 1,4% en 2005, aunque los expertos creen que podría llegar al 2,6% en 2006 si mejora la confianza de los consumidores en la economía alemana.

Según Cotis, una parte de ello se puede atribuir al encarecimiento del precio del petróleo y a la depreciación del dólar respecto al euro. Pero lo realmente preocupante, añadió el economista jefe de la OCDE, es el hecho de que la recuperación del comercio mundial desde 2003 no haya provocado en Europa el "encadenamiento virtuoso habitual" de arrastrar el consumo, debido, en su opinión, a una falta de confianza en el futuro.

Déficit de Estados Unidos

La depreciación del dólar era "inevitable", según Cotis, debido a los "insostenibles" déficit de Estados Unidos, pero para frenar la caída de la moneda norteamericana, añadió, es necesaria la complicidad de las monedas asiáticas. La fortaleza del euro tiene también su origen en el débil crecimiento europeo ya que incita al ahorro, aseguró el economista jefe.

España sale relativamente bien parada del informe de la OCDE, en especial respecto a los demás países de la eurozona. Aunque detecta "cierta debilidad" a corto plazo, la OCDE cree que la actividad económica "debería acelerarse" a lo largo de 2006. Pese a las rebajas de tres y seis décimas sobre el crecimiento de la economía española previsto para este año y para 2005, que este organismo internacional sitúa en un 2,6% y un 2,7%, respectivamente, la OCDE calcula que en 2006 se recuperará la barrera del 3%.

"La demanda interior ha sostenido la actividad durante el primer semestre de 2004, pero la demanda exterior neta se ha debilitado", explica el informe de la OCDE, que también atribuye el repunte en la inflación al aumento del precio del petróleo.

La OCDE ha vuelto a advertir a España sobre el constante incremento de los precios de la vivienda -han subido de media un 15% anual en los últimos seis años- y del efecto que esto puede tener sobre el consumo, debido a los "mordiscos" de las hipotecas en los ingresos reales de las familias. El informe apunta que "hay un riesgo de que los precios de la vivienda sigan subiendo por algún tiempo y después caigan, forzando un retroceso del consumo".

El constante encarecimiento de la vivienda en España, advierte este organismo, ha supuesto que la deuda de las familias se sitúe ya en el 70% del PIB, lo que al incidir en el consumo podría frenar el crecimiento económico y la creación de empleo.

La creación de empleo, añade el informe, se mantendrá y las inversiones en bienes de equipo sostendrán el nivel de la demanda interna, que podría crecer en un 3% en 2005. Los expertos de la OCDE aconsejan al Ejecutivo español que reforme el marco de la negociación colectiva y el modelo de fijación de salarios para "acelerar las ganancias de productividad" y "reducir el diferencial de inflación con otros países" de la zona euro.

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