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Los democristianos alemanes pierden a otro de los líderes del partido

Dimite el vicepresidente del grupo parlamentario de la CDU

La presidenta de la Unión Cristiano Demócrata de Alemania (CDU), Angela Merkel, de 50 años, perdió ayer, por segunda vez en seis semanas, a uno de los pesos pesados del grupo parlamentario, el portavoz de sanidad y asuntos sociales, Horst Seehofer, de 55 años, que fue ministro de Salud en el Gobierno de Helmut Kohl. Seehofer era vicepresidente del grupo parlamentario democristiano (CDU/CSU) en el Parlamento Federal (Bundestag).

Seehofer pertenecía también al partido hermano de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) y mantuvo a lo largo de los últimos meses una dura pugna con Merkel y la dirección de la CDU sobre el proyecto de reforma del seguro de enfermedad. El pasado 12 de octubre había dimitido el portavoz de Economía y Hacienda de la CDU/CSU Friedrich Merz.

A Merkel le crecen los enanos del circo. Desde hace semanas, la presidenta de la CDU da tumbos y sufre golpes y derrotas más o menos pequeñas que han puesto en tela de juicio su liderazgo. Las encuestas gloriosas de hace medio año que daban a la CDU/CSU hasta un 50% de intención de voto, que les hubiera bastado para gobernar en solitario con mayoría absoluta, han dado un giro. Ahora el barómetro político de octubre sólo daba un 40% de votos a la CDU/CSU, un 4% menos que en septiembre. Al mismo tiempo, los socialdemócratas del canciller Gerhard Schröder (SPD) se recuperan y ya llegan al 30%, un 3% más que en el mes anterior.

La dimisión de Seehofer estaba cantada. No había otra alternativa para este combativo socialcristiano de ideas sociales avanzadas que dimitió para no tener que tragarse el sapo del proyecto de reforma del seguro de enfermedad que parieron entre Merkel y el presidente del partido hermano, el primer ministro de Baviera, Edmund Stoiber.

Asistencia sanitaria

Merkel y Stoiber estaban obligados a lograr un compromiso en un tema tan candente como la asistencia sanitaria antes de los congresos de los partidos, el fin de semana pasado de la CSU en Múnich y a principios de diciembre de la CDU en Düsseldorf. El resultado fue un híbrido, un parto de los montes que consiguió cosechar las críticas de todos los sectores implicados: desde los usuarios a las cajas de seguridad social, empresarios y sindicatos. Seehofer, que hace unos años estuvo al borde de la muerte por una enfermedad, se prometió entonces a sí mismo no volver a callar, ni aceptar injusticias por motivos jerárquicos. La consecuencia fue que Seehofer no paró de criticar el acuerdo logrado entre Merkel y Stoiber por considerarlo antisocial e imposible de financiar. Por este motivo, tras entrevistarse con el presidente de la CSU, Stoiber, Seehofer no asistió el pasado fin de semana en Múnich al congreso del partido.

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El plan de dividir sus funciones en el grupo parlamentario, quitarle la jefatura de temas de sanidad y dejarle la de asuntos sociales, resultó insostenible. Ayer, tras las reuniones de los grupos parlamentarios en Berlín, Seehofer anunció su dimisión y Merkel pronunció las palabras rituales de lamento.

Horst Seehofer, vicepresidente del grupo democristiano, ayer antes de ofrecer una conferencia de prensa en Berlín.
Horst Seehofer, vicepresidente del grupo democristiano, ayer antes de ofrecer una conferencia de prensa en Berlín.REUTERS

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