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General Motors elimina 12.000 empleos en Europa para ahorrar 500 millones

La multinacional suprimirá 10.000 puestos en Alemania y 600 en su planta de Zaragoza

La multinacional del automóvil General Motors anunció ayer en Alemania sus planes para sanear su marca europea Opel. El plan consiste en eliminar 12.000 puestos de trabajo hasta el año 2006 y conseguir una reducción de costes de 500 millones de euros. La mayoría de estos empleos desaparecen en Alemania: 10.000 de una plantilla total de 33.000, sobre todo en las dos grandes factorías de Rüsselheim y Bochum (en el oeste del país), que pierden 4.000 puestos de trabajo cada una. En España, la fábrica de Opel en la provincia de Zaragoza, con 7.400 asalariados, prevé la supresión de 600 empleos.

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Los trabajadores de Opel en Bochum reaccionaron ayer ante la medida con paros espontáneos de protesta. El sindicato alemán IG Metall y los delegados sindicales de las fábricas de Opel en Europa anunciaron para el próximo martes asambleas informativas en todas las plantas y apelan a no permitir que la patronal divida a los trabajadores y enfrente a los de unos países contra otros. General Motors tiene 63.000 asalariados en siete países europeos y Rusia. Las diferencias de costes salariales son considerables: de los 33 euros por hora en Alemania (donde un tercio de los empleados trabajan en el centro internacional de desarrollo) a 17,80 en Zaragoza, 7 en Polonia y 2 en Rusia. El Gobierno alemán ha apelado a mantener la ubicación y competitividad de Opel en Alemania de cara al futuro. La oposición, por su parte, acusa al Gobierno de ser corresponsable del desmantelamiento industrial.

Los calificativos iban desde "dramático" y "catástrofe" hasta "la mayor sangría en los 105 años de historia de Opel como productor de autos". En estos términos informaban ayer los medios de comunicación alemanes sobre la decisión de General Motors de reducir la plantilla de Opel en un 30% en varias fábricas del país. Las cifras no las difundió la dirección de la empresa a la prensa, pero los representantes sindicales no tardaron en publicarlas.

Al salir del turno de mañana en las fábricas de Rüsselheim, fundada, a principios del siglo pasado, en 1905, y la de Bochum, en 1962, los obreros daban rienda suelta a su indignación. Muchos reconocían que sentían angustia y miedo al futuro. Una apresurada antología de frases pronunciadas a las puertas de las fábricas refleja estos sentimientos. "No sabemos lo que pasará mañana". "Mucha gente tiene miedo al futuro". "Los errores son de los empresarios y ahora nosotros pagamos el pato". "Es un palo, pero habrá que hablar y negociar. No creo que tengamos que bajarnos los pantalones por los fallos en la gestión". "La plantilla de Bochum es la que más curró y tuvo que llevar la carga de otras fábricas y ahora nos dan una patada".

Menor demanda

La caída de la demanda parece ser el primer factor de la crisis de Opel, unido a una competencia feroz con caída de precios. La empresa prevé un recorte de la producción de 2000.000 vehículos anuales y espera vender 1,9 millones este año. La huelga de consumidores que padece Alemania ha tirado por los suelos la demanda de autos. Desde hace varios años, General Motors pierde con sus marcas europeas. En los primeros nueve meses de este año las pérdidas alcanzan 318 millones de euros. En el mismo periodo del año pasado las pérdidas fueron 176 millones de euros.

Las fábricas de Alemania, las más afectadas, resultan poco competitivas por los elevados costes salariales. En la fábrica modelo de Opel, en la ciudad de Eisenach, en el Estado federado de Turingia, al este de Alemania, el coste salarial por hora es de 33 euros. En Polonia, 400 kilómetros el este de Eisenach, la Opel tiene una fábrica en Gliwice, donde la hora cuesta siete euros, casi cinco veces menos que en Alemania.

Directivos de General Motors no excluyeron ayer el cierre de una planta en el futuro. En este caso parece que tiene todas las papeletas la de Bochum, que se considera obsoleta. Hace un mes la revista Manager establecía una comparación entre Suecia, donde General Motors tiene la Saab, y Alemania, y, tras comparar nueve variantes, llegaba a la conclusión: "Suecia 6-Alemania 3". Los goles suecos eran costes de personal, eficiencia, imagen de marca, lealtad a la empresa, costes no salariales y el factor Bush. Alemania ganaba en logística, condiciones de producción y mejor ubicación industrial.

El llamado factor Bush juega también un papel en la crisis. No faltan los que especulan de forma abierta con que la medida de la General Motors se debe en parte al deseo de los ejecutivos de esa multinacional de castigar a Alemania por su mal comportamiento ante la política del Gobierno de EE UU en Irak.

Los sindicatos apelan por ahora a negociar y se limitan a realizar una jornada de asambleas informativas en toda Europa el próximo martes. No obstante, el vicepresidente del IG Metall, Berthold Huber, advirtió de que se ha puesto de moda en las empresas la reducción de "un bote de 500 millones de euros" y señaló que esa cantidad la fijaron también Daimler-Benz y Karstadt a la hora de apretar las tuercas a los salarios.

Condiciones para negociar

Según Huber, General Motors tiene que tomar conciencia de que "aquí no estamos en Tejas". Un dirigente sindical estableció ayer cinco condiciones a General Motors: no a los cierres de plantas, ni un despido por motivos empresariales, presentación de una alternativa de futuro para todas las marcas, ofensiva de ventas y ningún atentado contra los convenios colectivos de cada país.

El ministro federal de Economía, el socialdemócrata Wolfgang Clement (SPD), acudió a su ciudad natal Bochum tras suspender un encuentro con su colega francés Nicolas Sarkozy por la crisis de Opel. Clement constató: "Opel tiene un problema en Europa y en especial en Alemania. Ahora se trata de asegurar un futuro fiable para su localización industrial". El primer ministro de Baviera, el socialcristiano Edmund Stoiber (CSU), candidato de la oposición derrotado en 2002, echó la culpa de la crisis al Gobierno rojiverde (SPD-Verdes) por su política de "desmantelamiento industrial".

Un empleado de Opel ante las instalaciones de la empresa en Bochum (oeste de Alemania).
Un empleado de Opel ante las instalaciones de la empresa en Bochum (oeste de Alemania).ASSOCIATED PRESS

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