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Los acusados de abusar de sus familiares niegan los hechos ante el juez

El fiscal pide 90 años de cárcel por violar a tres de sus descendientes durante 16 años

La Audiencia Provincial de Málaga vivió ayer uno de los juicios más escabrosos de los úñtimos años. En la primera vista, celebrada a puerta cerrada, padre, esposa y dos de los hijos negaron ayer haber abusado en distinto grado de dos hijas, una nieta y un sobrino durante más de 15 años. El fiscal pide para ellos 90 años de cárcel y una indemnización de 96.000 euros. La defensa pide la absolución porque, según uno de los abogados, sólo existe el testimonio de la denunciante, una de las hijas del matrimonio, que vivía de la mendicidad en un caserón destartalado.

Los hechos que describe el fiscal en su escrito de acusación son tan escabrosos como difíciles de seguir. El fiscal acusa a Diego Medina López, de 70 años, de abusar de su hija R. Medina entre 1984 y 1988. La hija tenía nueve años cuando supuestamente comenzaron los abusos. Además, el padre abusó "en incontables ocasiones" de otra de sus hijas, que padece esquizofrenia, y lo intentó con una de sus nietas, hija de la esquizofrénica, siempre según el relato de fiscal.

También está acusado uno de sus hijos, llamado también Diego, de abusar de una hija de la hermana esquizofrénica. Otro de los hijos, llamado Daniel, está acusado de abusar de la hermana esquizofrénica y de su hija y de uno de sus sobrinos. La madre, Josefa Navarro, está acusada de encubrir el delito. El fiscal asegura que curaba las infecciones vaginales de las hijas. La pareja tiene 11 hijos.

El fiscal pide 36 años de cárcel para el padre y 32 para la madre, 18 para el hijo llamado Diego y 10 para Daniel.

En la vista celebrada ayer, una de las hijas se ratificó en la denuncia. El abogado de Diego hijo y de Josefa, Francisco Melendo, aseguró que los defendidos reiteraron su inocencia. "Lo único que hay contra ellos es el testimonio de una de las hijas, pero ninguna prueba. Ellos insisten en que son inocentes", aseguró Melendo. A la entrada de la sala, padre e hijo se abrazaron llorando. Una de las hijas de la pareja ayudaba a caminar a la madre y pedía a los camarógrafos que no grabasen

La defensa asegura que la denuncia de la hija se produjo porque el padre le impidió seguir con una relación que mantenía con un primo. Además alegan que la hija denunció los hechos movida por intereses económicos.

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Todos los abogados son de oficio. La familia vivía en una caserón en estado lamentable y se dedicaba a la mendicidad.Los hijos menores de edad, que en un principio también residían en el mismo caserón, fueron ingresados en un centro de acogida y posteriormente fueron entregados a una de sus tías. El fiscal pide también que los imputados indemnicen con 96.000 euros a las cuatro víctimas.

El juicio tiene previsto seguir hoy en la sección primera de la Audiencia Provincial de Málaga con las primeras pruebas periciales de forenses y psiquiatras. Según la defensa, estos testimonios serán la clave del proceso porque permitirá salir de la mera confrontación de declaraciones entre la denunciante y los denunciados.

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