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Navarra teme por el futuro de sus infraestructuras viarias en construcción

Es la comunidad donde más se ha reducido la previsión de gasto en inversiones para 2005

En el Gobierno de Navarra se ha instalado la preocupación y una cierta sensación de estar construyendo carreteras a ninguna parte. El Ejecutivo de UPN-CDN promueve en la actualidad la construcción de las autovías a Logroño y Huesca, pugna con Madrid para unir Pamplona y la capital de España por autovía y además, coordina con algunas instituciones francesas una nueva salida por autopista para España a través de los Pirineos navarros. Sin embargo, al otro lado de las fronteras navarras no hay respuestas políticas claras ni previsión presupuestaria firme.

En esta situación, Navarra corre el riesgo de que sus flamantes autovías acaben donde acaban los límites de la comunidad restando eficacia al ingente esfuerzo inversor en infraestructuras del que hace gala la administración del presidente Miguel Sanz.

Fue en marzo de este año cuando el Gobierno foral cifró en 2.056 millones de euros los "compromisos" de inversión adquiridos en virtud del convenio firmado por el anterior gobierno del PP con Navarra hasta el año 2010, unos compromisos que los portavoces del PSOE negaron entonces y niegan ahora asegurando que se trató de un simple "acuerdo" de intenciones que no conllevó compromiso alguno de gasto presupuestario. Hace escasos días el globo acabó de deshincharse cuando el gobierno socialista confirmó que Navarra es la comunidad española donde más se ha reducido la previsión de gasto en inversiones para 2005, hasta un 81% con respecto al último ejercicio.

En respuesta a una pregunta del diputado de Izquierda-Verde Joan Herrera, el gobierno central dijo primero que no sabía si podría invertir un solo euro en 2005 en la autovía a Jaca o en la conversión en autovía del tramo Medinaceli-Soria-Tudela, un eje que permitiría al tráfico pesado internacional disponer de una nueva ruta por autopista directa entre Francia y la capital española. Después, Fomento matizó que quizá invierta 5 millones en la Medinaceli-Soria-Tudela y 20 millones en el tramo Huesca-Somport de la autovía pirenaica. "Cero Zapatero", respondió el consejero navarro de Obras Públicas, Álvaro Miranda.

Los gobernantes navarros están muy enfadados. Ellos ya han adjudicado los primeros tramos en construcción de una autovía fuertemente demandada por las cámaras de comercio de todas las regiones pirenaicas, la Pamplona-Huesca.

El tramo Noain-Monreal, de 20 kilómetros, (24,3 millones de euros) y el enlace con la A-15 y la N-121 en Pamplona (9,2) están ya en marcha. Las máquinas avanzan, como lo hacen en toda la caja de la autovía Pamplona-Logroño, de 71 kilómetros, la mayor infraestructura española construida por empresas privadas bajo el sistema de peaje en la sombra. El primer tramo, en Puente la Reina, de 6,9 kilómetros ya se ha abierto al tráfico sin que se sepa aún cuándo y cómo solucionará el gobierno central el enlace final con la N-232 y la ciudad de Logroño, unas obras cuyo costo se calcula en doce millones de euros.

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Sin euros para continuar

De los 632 millones que el Ministerio de Fomento debería invertir para continuar la autovía desde el límite de Navarra (Yesa) hasta Huesca no hay un solo euro presupuestado. Lo mismo ocurre en el tramo Medinaceli-Soria-Tudela, una obra cuyo costo será de 432 millones, de los que el Estado tendría que abonar 382. En una respuesta de Fomento a la diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, el ministerio niega olvidos pero se escuda en la necesidad de definir previamente el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes. "Navarra no se chupa el dedo", ha dicho su presidente Miguel Sanz, que acusa a José Luis Rodríguez Zapatero de "marginar" a la Comunidad foral. El ministerio responde hablando de estudios de impacto ambiental pendientes o de la incógnita del recrecimiento del embalse de Yesa, que afectará directamente a la autovía a Jaca.

En la lista de ausencias inversoras se incluye también la ampliación del aeropuerto de Noain (51 millones) y la alta velocidad ferroviaria. Nada se sabe sobre el futuro de estas infraestructuras. Acabados los proyectos y hechos los estudios de impacto ambiental de muchas de estas vías, la sospecha del Ejecutivo foral es que el Partido socialista, ahora en el Gobierno central, no tiene interés por desarrollarlas. "No nos resignamos a que nuestras autovías acaben en un prado lleno de ovejas o en una carretera comarcal. Lucharemos para darles la continuidad comprometida", señalan los dirigentes regionalistas navarros.

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