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Crónica:TENIS | Semifinales de la Copa Davis: España-Francia
Crónica
Texto informativo con interpretación

Moyà deja escapar el primer punto

Mathieu remonta ante el balear, y la falta de luz deja pendiente el partido entre Ferrero y Santoro con ventaja del valenciano

Por si alguien lo dudaba, el equipo francés dio ayer la primera muestra de su potencial tenístico. Las estadísticas avalan, sin ningún tipo de dudas, al español en la semifinal de la Copa Davis que les enfrenta en Alicante. Sin embargo, el saldo al final del primer día de la competición resultó negativo para los intereses del G-3. Paul Henry Mathieu, de 22 años, acabó saliendo de la plaza de toros a hombros de sus compañeros mientras Carlos Moyà se limitó a coger su bolsa y marcharse tras comprobar cómo se le había esfumado una victoria que había tenido en la mano. El balear perdió por 3-6, 6-3, 6-2, 3-6 y 3-6 en cuatro horas y 30 minutos.

"He tenido múltiples oportunidades para vencer", confesó Moyà, que sueña con conquistar la que sería su primera Ensaladera y la segunda de España; "esperábamos concluir el primer día con un 2-0 y ahora estamos con un 0-1. Pero confío mucho en Juan Carlos Ferrero y en el doble para enderezar la eliminatoria. Seguimos teniendo más posibilidades que los franceses".

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La falta de luz impidió llegar a la conclusión del partido que estaban disputando Juan Carlos Ferrero y Fabrice Santoro cuando el valenciano dominaba por dos mangas a una e iba empatado, 3-3, en la cuarta tras dos horas y 25 minutos. Quedaban aún algunos minutos de luz, pero el juez árbitro, el alemán Soeren Friemel, reunió a los dos capitanes y a los jugadores y hubo acuerdo para aplazarlo con el marcador igualado.

"El parón nos viene bien", comentó Jordi Arrese, el capitán del conjunto español; "Juan Carlos no veía bien la bola y era mejor suspenderlo". Tras haber jugado a un altísimo nivel en los dos primeros sets, Ferrero comenzaba a acusar el esfuerzo físico desplegado y no se movía ya con tanta soltura como al principio. El descanso le llegó en el momento justo, tras perder una manga y haber dejado escapar una ventaja de 3-0 en la cuarta. "Comenzó jugando demasiado fuerte", agregó Arrese; "y en el tercer set desplegó un juego más mecánico y la pelota se le quedaba más corta. Por eso empezó a tener problemas. Pero estoy convencido de que mañana [hoy] lo sacará adelante".

Será indispensable. España no puede permitirse muchas más licencias si quiere alcanzar su quinta final de la Copa Davis. Una derrota de Ferrero convertiría el doble en un punto crucial y la última jornada, en su caso, en un día para el infarto. Ayer, el fantasma de una Francia victoriosa en sus últimas seis contiendas fuera de casa planeó sobre el tendido de la plaza de toros de Alicante. Fundamentalmente, porque, tal como estaba jugando, parecía imposible que Moyà pudiera perder ante Mathieu.

"Hubo un momento", reconoció el propio Moyà, "en que mi rival se ha visto perdido y se ha soltado más. Y ahí ha comenzado a cambiar todo. Pero incluso entonces tuve muchas bazas, sobre todo en la quinta manga".

Un cierto halo de preocupación apareció al principio, cuando Moyà se mostraba lento y no conseguía entrar en su ritmo de juego. El 6-3 inicial de Mathieu cayó como un jarro de agua fría sobre las cabezas de Arrese, Josep Perlas y Juan Bautista Avendaño, los miembros del G-3. Y el temor se agudizó cuando el mallorquín perdió también el primer saque de la segunda manga.

Sin embargo, la esperanza renació casi de inmediato porque se notó que Moyà comenzaba a sentirse a gusto en la pista y que su juego fluía de forma natural. Entonces sí se vislumbró al auténtico Moyà, ese jugador veloz, fino en su juego y demoledor con su drive. Su único lunar seguía siendo el revés, pero resolvió el problema renunciando al liftado y utilizando el cortado, con el que corría muchos menos riesgos y causaba aún más problemas al joven jugador francés.

Con dos mangas a una, el partido estaba encarrilado. Pero Moyà permitió que Mathieu entrara de nuevo en el ruedo cuando un error en un intento de dejada le valió la pérdida de su saque y le costó la cuarta manga. En la quinta dispuso de dos bolas para el 3-0 y de otras dos para el 3-1. Pero el cansancio y la falta de convicción acabaron por hundirle.

"Claro que estaba cansado al final, pero es normal después de cuatro horas y media", confesó Moyà; "en esos momentos surgen los nervios. Puede que también acusara la presión de querer ganar la Copa Davis. Esas cosas te impiden a veces desarrollar tu mejor tenis. Y eso es lo que me ha ocurrido".

En la otra semifinal, que enfrenta a Estados Unidos y a Bielorrusia, Andy Roddick derrotó a Vladimir Voltchokv (6-1, 6-4 y 6-4) y le dio el primer punto al equipo norteamericano. Roddick, además, batió el récord de velocidad de saque, que ya estaba en su poder, al servir la bola a 246,229 kilómetros por hora.

Juan Carlos Ferrero y Fabrice Santoro intercambian impresiones sobre la suspensión de su partido.
Juan Carlos Ferrero y Fabrice Santoro intercambian impresiones sobre la suspensión de su partido.EFE

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