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Un hombre mata a su ex esposa de un tiro cuando paseaba con su hija en Santander

Un juez absolvió en julio al agresor de una denuncia de la víctima por malos tratos

Una mujer de 35 años, Elisa Calderón Zubillaga, falleció ayer en el hospital Marqués de Valdecilla, de Santander, como consecuencia del tiro en la sien que, presuntamente, le disparó su ex marido, José Carlos Arnay Blanco, de 40 años. La agresión ocurrió el domingo por la tarde en plena calle, cuando la mujer iba con su hija, de 21 meses, y dos sobrinas. El hombre se entregó después. La víctima le había denunciado varias veces por malos tratos. El agresor fue condenado en julio por amenazar a sus ex suegros, pero no se consideró probado que hubiera agredido a su ex pareja.

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La agresión se produjo en la tarde del domingo en la calle de Francisco Iturrino, en un barrio de la capital cántabra. La víctima, que vive a escasos metros del lugar de los hechos, iba acompañada por su hija y por dos sobrinas, menores de edad, cuando, según todos los indicios, el ex marido se acercó y le disparó en la sien. La bala quedó alojada en la zona occipital. La mujer ingresó en estado crítico y falleció ayer como consecuencia de la herida, según confirmaron fuentes hospitalarias a última hora de la tarde.

El presunto agresor huyó del lugar de los hechos pero posteriormente, a las 23.00 del domingo, se entregó en la Comandancia de la Guardia Civil. Ayer permanecía detenido en los calabozos de la comisaría de la policía nacional, que instruye el atestado, a la espera de pasar a disposición judicial. El arma, previsiblemente un revólver, no ha sido recuperada todavía, según fuentes de la investigación.

Absolución y alejamiento

La víctima había denunciado por malos tratos a su presunto agresor en cuatro ocasiones, entre 1990 y julio de 2003, según fuentes policiales. Sin embargo, en medios judiciales ayer sólo tenían constancia de dos denuncias por violencia doméstica interpuestas contra José Carlos Arnay por su ex mujer.

La primera se refería a las amenazas proferidas por Arnay contra sus ex suegros con una espada japonesa el pasado 26 de mayo. En la segunda, Elisa Calderón aseguraba haber sufrido una agresión física el día 16 de julio, que le obligó a recibir asistencia médica en el hospital Marqués de Valdecilla. A la vista de ambas, y tras haber practicado un registro domiciliario en el que se encontraron armas y objetos peligrosos, el juez dictó prisión provisional para el acusado.

Sin embargo, llegado el momento del juicio, se estimó que no había quedado "suficientemente acreditada" la autoría de las lesiones que sufría Elisa Calderón. De ahí que, en sentencia del 22 de julio, se condenara a José Carlos Arnay sólo por las amenazas a sus ex suegros. El castigo fue de ocho meses de prisión y una orden de alejamiento de ellos, sin distancia mínima y vigente hasta 2005. Tanto el domicilio de la mujer fallecida como el de sus padres se encuentran a escasa distancia del lugar en el que ocurrió la agresión.

José Carlos Arnay aceptó el fallo del juez y el fiscal pidió para él la libertad condicional, ya que nunca había sido condenado por un delito similar y la pena impuesta era inferior a dos años. El hombre pudo entonces salir de la prisión en la que había ingresado días antes de forma preventiva, explicaron fuentes judiciales.

Según un portavoz policial, la mujer, a diferencia de sus progenitores, no había solicitado que se dictara orden de alejamiento para su ex marido, al que permitía residir en ocasiones en el domicilio conyugal. La pareja tenía una hija de 21 meses que acompañaba a la madre en el momento de producirse la agresión.

El presunto agresor, José Carlos Arnay Blanco, alias El cicuta, es un conocido delincuente habitual, con un historial de veintidós detenciones por robos con fuerza, apropiación indebida, amenazas, daños, tráfico de drogas, lesiones, robo de vehículo y reclamación, según informó la comisaría santanderina.

Con la muerte de Elisa Calderón se eleva a al menos 49 el número de mujeres muertas en lo que va de año a manos de su pareja o ex pareja, según el recuento elaborado por este periódico.

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