Lula respalda al presidente del Banco Central de Brasil

Nuevas denuncias aparecidas en las revistas Veja e Istoé contra Henrique Meirelles, presidente del Banco Central de Brasil y figura de primer plano del Gobierno, tienen preocupado al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien considera el caso como "intrigas políticas". Meirelles declaraba ayer en el programa de televisión Bom dia Brasil, de la cadena Red Globo, que tenía "el total apoyo" de Lula.

Henrique Meirelles ha sido rotundo: "No pienso en renunciar", ha declarado ayer el presidente del Banco Central de Brasil durante un programa de televisión, en el que ha intentado contestar a una serie de denuncias en su contra por evasión fiscal. El semanario Veja publicó el pasado jueves una nueva denuncia al revelar que Meirelles habría transferido unos 40.000 euros entre dos cuentas suyas en EE UU.

La oposición ha pedido la comparecencia de Henrique Meirelles ante el Senado para que explique las presuntas ilegalidades en sus declaraciones a Hacienda antes de tomar la dirección del Banco Central. El Gobierno intenta todo lo posible para aplazar dicha cita por miedo a abrir la caja de los truenos, ya que la oposición aprovecha el caso como un regalo en vísperas de las importantes elecciones municipales del próximo 3 de octubre.

Por el momento sólo ha dimitido, por propia voluntad, Luiz Augusto Candiota, director de política monetaria del Banco Central, también acusado por la prensa de movimientos irregulares de recursos, mientras los analistas políticos consideran difícil la permanencia de Meirelles en un cargo de tanta responsabilidad ante la lluvia de acusaciones a la que se enfrenta. Políticos de oposición han insistido en que Meirelles tiene que dimitir "por razones éticas".

En regla con Hacienda

El presidente del Banco Central, que declara un patrimonio de cien millones de reales (unos 27 millones de euros), ha afirmado que había dado todas las explicaciones pertinentes al presidente Lula y que se consideraba en regla con Hacienda. Lo que le preocupa, ha añadido, es quién tiene interés en quebrar el sigilo de sus declaraciones al Fisco y cuáles han podido ser las motivaciones.

Los analistas se inclinan en pensar que más que una operación de la oposición [Meirelles estaba afiliado al Partido de la Democracia Social de Brasil del antiguo presidente Cardoso, y no al Partido de los Trabajadores (PT), partido de Lula y de la oposición cuando fue elegido para dirigir el Banco Central] podría tratarse de la lucha interna que zarandea al Gobierno de Lula y al PT. Mientras algunos apoyan la política macroeconómica del ministro de Economía Antonio Palocci, destinada a atraer a los inversores y evitar que se dispare la inflación, otros preferirían una política económica menos rigurosa para aumentar los presupuestos sociales. El presidente Lula apoya incondicionalmente a Palocci y Meirelles, mientras la parte más izquierdista de su partido ha seguido una lucha sorda contra ellos.

La pérdida de Meirelles, un gran técnico y antiguo presidente del grupo bancario estadounidense Fleet Boston Financial Corp., podría debilitar al ministro Palacci, representante de la política económica oficial del Gobierno, y daría pávulo a los "inflacionistas" para exigir a Lula un cambio en el modelo de política económica. De ahí su resistencia a dimitir y el apoyo que le brinda Lula.