Ayuda española en Paraguay

Porfiria Ortega exhibe con dolor la foto de su hijo Víctor Darío Rolón. Desde hace cuatro días deambula sin parar por los centros asistenciales y las morgues de Asunción buscando los restos de su hijo desaparecido en el incendio de un centro comercial el domingo pasado.

Ahora aguarda los resultados de una prueba de ADN para saber si alguno de los 36 cuerpos que no han podido ser identificados corresponde al cadáver de su hijo. Había comenzado a trabajar allí como empaquetador hacía sólo dos semanas, a través de un programa de asistencia social de una ONG local. "Solo quiero encontrar a mi hijo, vivo o muerto. Quiero ver a mi hijo o, por lo menos, su cuerpo", dice su madre.

Casos como el suyo se repiten estos días y, por eso, hasta Asunción se ha desplazado un equipo de cuatro psicólogos de la Cruz Roja española, especializados en apoyo psicosocial que ayudarán a personas como Porfiria Ortega a superar su dolor. Los dirige José Ramón Delgado, de 30 años, quien cuenta con la experiencia de haber acompañado a las familias víctimas de los atentados del 11 de marzo en Madrid.

No son los únicos españoles que se han desplazado hasta el país latinoamericano. También hay un médico forense del Ministerio de Justicia y seis agentes del Servicio Central de Identificación de España, que pertenece a la Policía Científica, y un especialista en antropología forense.

En Paraguay, Delgado apoya la labor de las autoridades en la comunicación y seguimiento posterior de las familias de las víctimas. "Toda la sociedad está afectada. Es una situación de alerta, de ira sobre lo que ha pasado y con mucho dolor. En los familiares esto se agudiza mucho más, hay una desconexión de la realidad, son síntomas normales de este trauma. Una de nuestras formas de trabajo es escucharles, ser un canal de descarga emocional y de estabilización de alguna crisis de ansiedad que puedan tener", explica.

Otra de las aportaciones que ha hecho este equipo ha sido la de poner de manifiesto lo contraproducente que es para que los familiares de las víctimas superen la tragedia el que se les exponga a la visión de los cadáveres. Así, se ha importado el sistema de trabajo que ya se impuso durante el 11 de marzo: las identificaciones se hacen a través de fotografías y objetos personales y sólo se enseñan los cuerpos en casos excepcionales.

En Paraguay, por falta de experiencia, los familiares de los fallecidos fueron llevados a grandes depósitos para ver líneas de cadáveres calcinados. Pero es que además, las imágenes de los cadáveres captadas por el Cuerpo de Bomberos Voluntarios fueron transmitidas por la televisión sin ninguna edición previa. "Hemos dado indicaciones de lo contraproducente de lo que puede ser que un familiar tenga que ver muchos cuerpos", explica Delgado. "Lógicamente también por el resto de la sociedad que está muy dañada".

Los psicólogos también distribuirán panfletos y dípticos con algunas recomendaciones y el detalle de algunos de los síntomas de estrés post traumático, del dolor, que son algo normales ante una situación tan anormal, como ya se hizo en Madrid. Por otra parte, la ONG Mensajeros de la Paz envía hoy 300 kilos de medicamentos y material sanitario especial para la atención de quemados a Asunción.