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La implantación del plan de minas para el sector cerámico genera conflictos en Castellón

La empresas azulejeras pueden expropiar terrenos y abrir explotaciones cerca de ciudades

María Fabra

La implantación del Plan de Ordenación de los Recursos Minerales de la Comunidad Valenciana, aprobado hace poco más de un año por la Generalitat para ordenar el sector, ha originado conflictos en el interior de la provincia de Castellón, donde las explotaciones se destinan en su mayoría a la extracción de arcillas para abastecer a las empresas del sector cerámico. Uno de los motivos es que el plan permite abrir minas a 500 metros de núcleos de población, cuando la distancia mínima hasta ahora era de dos kilómetros. Además, permite a las empresas azulejeras recurrir a la expropiación de los terrenos que pretenden explotar aunque sus propietarios no quieran venderlos.

El plan equipara la extracción de arcilla a la de otros minerales de "interés nacional"

La Generalitat presentó, hace algo más de un año, el Plan de Ordenación de los Recursos Minerales de la Comunidad Valenciana con el fin de ordenar un sector con especial incidencia en la comarca valenciana de Los Serranos y en el interior de Castellón. Según diversos colectivos conservacionistas, se presentaron alrededor de 20.000 alegaciones. Vecinos y ecologistas alegaron que el plan suponía un traje a medida para los intereses económicos de empresas mineras y para las azulejeras y que, sin embargo, no se había tenido en cuenta la opinión de los habitantes de estas comarcas ni la de otros sectores como el turístico, agrícola o ganadero. Muchas de las alegaciones, incluso en el caso de las presentadas por los ayuntamientos, todavía no han tenido respuesta de la Consejería de Industria. Sin embargo, algunas empresas de extracción se están acogiendo a este plan, que declaraba varios municipios de las comarcas de L'Alcalatén, Els Ports y de la Tinença de Benifassà como áreas de investigación en las que se pueden realizar prospecciones con el fin de detectar la presencia de las arenas que precisa el sector cerámico. El plan de la Generalitat equipara la arcilla a otros minerales de "interés nacional", lo que permite a las empresas recurrir a la expropiación de los terrenos que pretende explotar aunque sus propietarios no quieran venderlos. Además, el plan incluye la posibilidad de abrir minas a 500 metros de núcleos de población, cuando la distancia hasta el momento era de dos kilómetros.

En el caso de Culla y Atzeneta, la presentación de un proyecto ha generado todo un conflicto en la zona. La empresa interesada en la explotación de una mina ha presentado un proyecto que toca ambos términos y que afecta, directa o indirectamente, a cerca de dos centenares de personas. El plazo de presentación de alegaciones concluye hoy y la posibilidad de que la ejecución del proyecto se lleve a cabo ha unido a ambos ayuntamientos.

Una de las principales argumentaciones de defensa del proyecto se basa en que la elegida es una zona "deprimida". Sin embargo, los vecinos han denunciado que la explotación afectaría directamente a una familia, que además tiene cabezas de ganado en la zona, y que acabaría con otra masía, dedicada al turismo rural, y condicionaría a otras ocho familias que residen en la zona de afección. El proyecto contraviene además la intención de los ayuntamientos de apostar por el turismo rural y el desarrollo sostenible.

Algunos ayuntamientos como los de Vilafranca y Morella ya acordaron su negativa no sólo a la ejecución de explotaciones sino también a su declaración como áreas de investigación ya que, una vez realizadas las catas y detectada la presencia de la arena buscada, la paralización de proyectos es más conflictiva.

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En Vilafamés, la pretensión de explotar nuevas minas se ha encontrado con la oposición frontal que un colectivo, Cigronet, ha presentado a una nueva explotación de extracción de arcilla en la umbría del Mollet. Pese a que en el término de Vilafamés ya existe una explotación, dos empresas mineras pretenden ampliar sus trabajos en otros dos puntos del municipio. Según fuentes del colectivo, la zona es la de mayor valor botánico de esta montaña situada entre Sant Joan de Moró y Vilafamés. Las mismas fuentes indicaron que ya se han dado algunos casos de expropiación pero que, de momento, Territorio y Vivienda ha encargado un informe técnico para disponer de datos actualizados sobre el estado del paraje de El Mollet.

Mientras, los ingenieros de minas solicitan autorización para nuevas prospecciones al entender que las necesidades de las azulejeras no quedan cubiertas con las explotaciones actuales.

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