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Zapatero anuncia a Aguirre que en breve arrancará la Operación Campamento

El plan prevé construir 15.000 viviendas sobre ocho millones de metros cuadrados de Defensa

Anabel Díez

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, salió ayer del palacio de la Moncloa con el compromiso del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que la Operación Campamento, que entraña la construcción de unas 15.000 viviendas sobre ocho millones de metros cuadrados de terrenos del Ministerio de Defensa en torno a la A-5, se pondrá en marcha "en breve".

Además, la Comunidad tendrá, según anunció ayer Zapatero, participación en el desarrollo de este enorme proyecto urbanístico, a pesar de no tener más de un 5% de este suelo. La utilización de estas parcelas -en las que se levantan 12 viejos cuarteles- para hacer viviendas lleva bloqueada unos quince años. El Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid siempre han estado de acuerdo en desarrollar este ámbito urbanístico, pero se han topado muchas veces con las reticencias de Defensa a urbanizar.

Ambos presidentes hablaron también de vivienda, de educación, de seguridad ciudadana, de infraestructuras y "mucho de sanidad". "Hemos hablado de todo", dijo Aguirre tras departir con el jefe del Ejecutivo durante algo más de tres horas. Y todo fueron elogios de la presidenta madrileña hacia Rodríguez Zapatero "por su deferencia con la presidenta de Madrid y con los madrileños".

Aguirre interpreta que sorprendió a Zapatero al pedirle "un Pacto Nacional por la Sanidad" y también 835 millones de euros para Madrid para paliar el déficit financiero de 2002 y 2003. Sobre el pacto, el presidente no respondió, y respecto a los cálculos de Aguirre, quedó en estudiarlos.

El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, cree que la presidenta "mezcla" conceptos distintos. Resaltó que con su petición reconoce que el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón aceptó del Ejecutivo central una cantidad insuficiente al recibir esta transferencia en 2002.

La población ha aumentado sustancialmente desde entonces, como mantiene Aguirre, de suerte que hoy quinientas mil personas más que cuando se negociaron las transferencias son usuarias de los servicios de salud madrileños. Además, hay que añadir que los hospitales de la Comunidad atienden a ciudadanos de otras comunidades en determinadas especialidades médicas.

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La negociación deficiente en el momento de recibir la transferencia fue la tesis del PSOE de esos años, y ayer se repitió desde La Moncloa. Además, Sevilla tampoco quiso evitar el único reproche que salió de sus labios en esta jornada de cordialidad entre gobiernos. "La mejor manera de empezar un proceso de colaboración no es abandonar el Consejo Interterritorial de Salud". Los consejeros de las comunidades gobernadas por el PP abandonaron esa reunión cuando fueron convocados por Sanidad nada más constituirse el Gobierno.Los apartados dedicados a vivienda y sanidad consumieron buena parte de la conversación entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la presidenta regional, Esperanza Aguirre. El jefe del Ejecutivo, que celebró ayer con Aguirre la penúltima reunión en la ronda con presidentes autonómicos que hoy culminará con el presidente de Andalucía, Manuel Chaves, despachó muy pronto la sesión de fotografías en la puerta del Palacio de La Moncloa. "Vamos, terminemos las fotos porque tenemos mucho que hablar", dijo Zapatero a los reporteros a las nueve de la mañana.

Tras el saludo con dos besos a la presidenta, y después del estrechamiento de manos para las fotos, empezó una reunión que terminó a las doce y media de la mañana y que incluyó un paseo final por las dependencias de La Moncloa.

Infraestructuras y seguridad

El espíritu que predica Zapatero respecto a la "España plural, diversa y cohesionada" se ajustó ayer a las consideraciones que hizo a la presidenta madrileña. Su Gobierno hará partícipe a la Comunidad de Madrid de los grandes planes de infraestructuras, de transportes y de seguridad. Ahora falta por concretar cómo se produce esa participación pero, en principio, "el presidente ha dicho que le parece llena de sentido la reivindicación de participación", dijo Aguirre en referencia al transporte de cercanías, a las infraestructuras y a la seguridad.

Madrid necesita una segunda generación de infraestructuras por el colapso que sufren sus principales vías, afirmó Aguirre. La N-I (carretera de Burgos) requiere una radial, insistió la presidenta, y otro tanto ocurre con la N-VI (A Coruña), así como culminar la M-50 y diseñar la M-60. Zapatero replicó que tiene previsto un ambicioso plan de carreteras para toda España y Madrid figura en lugar muy relevante. También en vivienda, la Comunidad ocupa un sitio prioritario.

La colaboración del Gobierno central y autonómico también se verá en la seguridad ciudadana. No parece que ambos políticos se enzarzaran en una discusión sobre la titularidad de las fuerzas de seguridad, en parte porque Aguirre aseguró que nunca ha pretendido, con su propuesta de la Bescam, despojar al Ministerio del Interior y al Ayuntamiento de sus competencias en esta materia. Zapatero se comprometió a estudiar el plan de seguridad de Aguirre.

"Queda mucho por hacer y poco que prometer", concluyó el ministro de Administraciones Públicas tras la entrevista, en la que aprovechó para ensalzar el diálogo como instrumento esencial entre el Gobierno central y las comunidades. Todo fue correcto y cordial, incluso cuando la presidenta elevó su protesta a Zapatero por haber trasladado la sede del Consejo Nacional de Telecomunicaciones a Barcelona.

La ironía fue la forma en la que la portavoz adjunta del PSOE, Ruth Porta, comentó la reunión, en la que Aguirre formuló a Zapatero muchas reivindicaciones que no hizo al anterior presidente, José María Aznar.Porta confió en que Aguirre haya entendido lo que es el "respeto institucional" y haya comprobado que ya no se necesita ser de un "determinado color político" para ser recibido en La Moncloa.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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