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CAMBIOS EN EL MAPA BANCARIO EUROPEO

El Santander ultima la compra del Abbey National, el sexto banco británico

El SCH, que reunirá el domingo al consejo, cayó un 4% en Bolsa y el británico subió un 17%

Íñigo de Barrón

Después de cuatro meses de conversaciones interrumpidas, el grupo Santander, el primer banco español, y Abbey National, la sexta entidad británica, reconocieron ayer en dos comunicados oficiales que "mantienen conversaciones para una eventual operación corporativa". De culminar con éxito esta operación amistosa, Emilio Botín, presidente del Santander, que ha dicho en repetidas ocasiones que no cree en las fusiones sino en las compras, se apuntaría la primera gran operación transfronteriza en Europa, lo que podría abrir la veda.

Hasta ahora, los gobiernos no habían tolerado perder el control nacional de los grandes bancos, lo que añade interés a la operación. El Santander también protagonizó la primera fusión europea tras la llegada del euro, cuando en enero de 1999 se unió con el Central Hispano. Si la OPA amistosa acaba con éxito, el Santander se colocaría, por valor en bolsa, como primer banco de la zona euro, el cuarto de Europa y el octavo del mundo.

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Con esta operación, asesorada por JPMorgan y Morgan Stanley, la entidad española confirma su estrategia de rápido crecimiento, basado en fusiones y una fuerte expansión en América Latina. Como dato cabe señalar que, en 1999, el Santander valía 4.000 millones de euros menos que el Abbey, quizá su próxima víctima.

No obstante, los mercados valoraron negativamente la operación del Santander, que cayó un 4,08% en España y un 7,47% en Estados Unidos. Abbey National, el protagonista del mercado, subió un 17,65% en la Bolsa londinense.

En principio se estima que el banco español podría ofrecer alrededor más de 13.000 millones de euros por el 100% de Abbey National, lo que supondría una prima del 25% sobre el cierre del jueves. Sin embargo, la fuerte revalorización del viernes ha alterado mucho la valoración de la entidad británica, que ha pasado de valer 10.400 millones el jueves a 12.678 millones un día después. Al Santander se le ha encarecido la compra, sobre todo, teniendo en cuenta que también ha caído el valor de sus acciones.

Abbey tuvo pérdidas en los dos últimos ejercicios, de 1.029 millones de euros en 2003 y 1.420 millones en 2002, aunque prevé beneficios para este año gracias a un plan de revitalización que tiene en marcha.

El Santander ha anunciado que determinará su oferta tras celebrar un consejo de administración el próximo domingo. En principio, esta reunión estaba prevista para el lunes. Fuentes del mercado explicaban ayer que esta aceleración en la operación se debía a que había otras entidades, entre las que se cita al norteamericano Citigroup, que podían haber presentado otras ofertas por Abbey. Por eso, el Santander tiene cierta premura en presentar el lunes su oferta en Londres.

En cualquier caso, no se descarta que el Royal Bank of Scotland, el veterano socio británico del Santander, que tiene el 2,83% del capital, participe en la financiación de la operación. Lo mismo sucedió cuando la entidad española compró el brasileño Banespa y, a la inversa, Botín colaboró en la adquisición del NatWest por parte del Royal.

La entidad presidida por Botín se ha desmarcado dos veces de una posible operación sobre Abbey. La primera fue cuando la noticia apareció publicada en el diario británico Financial Times y la segunda el 2 de junio, en un conferencia de Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado, en Bilbao. En aquella fecha, Abbey cotizaba a 451 peniques, pero Sáenz afirmó que las "filtraciones periodísticas" habían acabado con la rentabilidad de la operación, porque habían disparado el valor. Sin embargo, ayer cerró a 580 peniques y el Santander sigue considerando apropiada la compra.

En aquel momento, Sáenz justificó el interés por la entidad británica en que, según manifestó, Reino Unido resulta un mercado "muy bueno" y en que el Santander "conoce bien" el tipo de negocio del Abbey. "Es un banco muy de individuos y de particulares, con una tecnología muy obsoleta, aunque pensamos que podíamos añadir valor a través de la reducción de costes", precisó. Según las cifras del Santander, la reducción de costes rondaría los 500 millones de libras anuales.

Según fuentes cercanas a la operación, las conversaciones se rompieron hace un mes, pero se volvieron a retomar en la última semana por la buena conexión que existe con Luqman Arnold, primer ejecutivo, que en 2002 implantó una nueva estrategia para sacar adelante la entidad. Quizá el acuerdo con la autoridad británica para sanear la cartera de seguros y la inyección de 450 millones de libras en este negocio, que ha tenido lugar hace ocho días, ha sido relevante.

Al margen del precio, lo que nadie duda es que si el Santander compra Abbey se convierte en un banco más europeo, ya que los activos en este continente serán iguales a los de América Latina. Además, Abbey National consigue el 64% de su beneficio del negocio hipotecario, del que controla el 11% del mercado británico. Estos datos hacen que el negocio de la entidad cántabra sea más recurrente y menos volátil.

La compra del sexto banco británico por activos le aportaría al Santander una red de cerca de 750 oficinas y 18 millones de clientes en el Reino Unido. Con la fusión de ambas entidades se crearía el mayor banco europeo de créditos al consumo.

Desde 2003 Abbey ha recibido varias ofertas de compra, que no han fructificado por rechazo de sus accionistas o preocupaciones de las autoridades reguladoras. En 2001, Lloyd's, intentó comprarlo por 27.000 millones de euros, pero el Gobierno bloqueó la fusión para evitar excesiva concentración de mercado.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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