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EL 10º CONGRESO DEL PSOE DE ANDALUCÍA

El PSOE celebra el 10º congreso en su mejor estado de forma, pero aguado por Caballos

"Nadie va a empañar ni enturbiar la alegría y satisfacción del partido", advierte la dirección

Lourdes Lucio

El PSOE de Andalucía celebra a partir de hoy en Granada su 10º Congreso Regional en su mejor estado de forma desde hace una década. La mayoría absoluta lograda en las elecciones andaluzas, tras 22 años consecutivos de Gobierno en Andalucía, su contribución a la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero en España, y el peso notable y el respeto de la federación andaluza en el conjunto del partido así lo atestiguan. Sin embargo, los preparativos de lo que quiere ser una fiesta y una exhibición de fortaleza están siendo aguados por las presiones que están ejerciendo la agrupación de Sevilla y su principal referente y portavoz parlamentario, José Caballos, de las que se desmarcó claramente el delegado del Gobierno en Andalucía

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"Las cuestiones internas están no sólo debatidas sino también resueltas". Esta frase del secretario general del PSOE de Andalucía, Manuel Chaves, pronunciada hace apenas dos meses en un comité director, apuntaba el diseño tranquilo que tenía esbozado la ejecutiva andaluza de lo que iba a ser el 10º Congreso Regional, unas previsiones que, al día de hoy, están lejos de cumplirse por las presiones -un "pulso" a juicio de muchos- que desde hace 15 días está ejerciendo la agrupación de Sevilla.

Las advertencias lanzadas por el portavoz parlamentario, José Caballos, suscritas por la mayoría de los delegados sevillanos, a Manuel Chaves por estar "en el puente de mando" de la dirección regional, es decir, por la pugna por el poder interno, han eclipsado el buen estado de forma con que el que el PSOE de Andalucía celebra su 10º congreso.

Después de 22 años seguidos al frente del Gobierno autonómico, el partido que dirige Manuel Chaves logró el pasado 14 de marzo recuperar la mayoría absoluta que perdió hace diez años. En La Moncloa está, tras ocho años de mandato del PP, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Y en la dirección federal del partido, por primera vez en muchos años, la federación andaluza está plenamente reconocida por su propio peso específico y no por el liderazgo de Felipe González. "¡Qué voy a decir de Andalucía! Es para quitarse el sombrero", confesó Zapatero en el debate de sobre su gestión en el reciente congreso federal, que eligió una ejecutiva que vuelve a presidir Chaves y en el que están presentes otros seis andaluces.

"Excusas de legitimidad"

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La ejecutiva regional está decidida a que este reflejo no se nuble y a minimizar la crisis planteada desde Sevilla. "Las excusas de legitimidad que pueda plantear algún compañero

[en alusión de Caballos] no van a enturbiar el congreso ni su desarrollo ni el estado de alegría y satisfacción del PSOE, nadie va a empeñar ese escenario", aseguró ayer el secretario de Organización, Luis Pizarro, quien aseguró que la dirección que elegirán los compromisarios será "homogénea" y "cohesionada en torno a Manuel Chaves", a quien considera la pieza clave para la lograr la unión del PSOE.

En esta línea se pronunciaron ayer algunos secretarios generales provinciales como los de Huelva, Javier Barrero, de Almería, Martín Soler, y de Granada, Francisco Álvarez de la Chica, quien presidirá la mesa del congreso socialista. "El PSOE llega en una situación envidiable. Este va a ser el congreso de la segunda modernización y del partido que viene", dijo De la Chica.Las declaraciones de todos ellos iban en la dirección de fortalecer el perfil andaluz de la ejecutiva y dejar manos libres a Chaves para elegir su equipo. El que con menos dramatismo veía la situación era Martín Soler, cuya agrupación casi siempre ha actuado como amortiguador de las tensiones entre las agrupaciones más potentes. "Yo veo estas cosas con absoluta normalidad", dijo.

Esta opinión, no obstante, era compartida por muy pocas personas, por no decir ninguna. El análisis de la situación que se hacía ayer era igual de pesimista que al empezar a rodar la bola hace 15 días. Y no parece que la decisión de Caballos de autodescartarse como número tres de la ejecutiva haya rebajado la tensión del congreso.

Los reproches lanzados por la dirección de Sevilla de que la Junta de Andalucía discrimina a esta provincia, como se dijo en una reunión de delegados socialistas en el que había muchos cargos públicos, han irritado profundamente a la dirección regional e "indignado" al propio Chaves, según fuentes próximas, no sólo porque no es cierto, afirman, sino porque "se utiliza un lenguaje que corresponde más al PP que al PSOE". En el resto de las provincias -donde el sentimiento de que la Junta prima a Sevilla está históricamente muy arraigado- estas quejas se recibieron con carcajadas que escondían una honda preocupación dado lo relativamente fácil que resulta en Andalucía levantar estas banderías de dudoso recorrido.

Ni el Gobierno ni la ejecutiva regional entraron ayer a rebatir esta cuestión, si bien fuentes de ambos ámbitos mostraron su perplejidad por el silencio mantenido en esa reunión por representantes de la Junta de Andalucía, como el delegado del Gobierno andaluz, José Valle, o el delegado del Gobierno central en Andalucía, José Antonio Viera. Éste se desmarcó ayer de esas críticas, una vez que la supuesta lista de agravios con esta provincia trascendió a la prensa. "La mejor respuesta" de que esa percepción no es cierta "son los resultados electorales que se han producido en Andalucía, con mayoría absoluta, y los magníficos resultados que se han dado en Sevilla". Viera, un hombre muy ligado desde siempre a Caballos, marcó aún más distancias con éste al afirmar: "No debemos entrar al congreso en ningún caso y sin ninguna excepción con un afán provincial ni tampoco personal, sino con una actitud de servicio a la ciudadanía".

Desde el mismo momento en que pronunció esas palabras, el sector afín a Caballos dejó de considerarlo como un hombre próximo y lo situaron al lado del sector crítico.

A lo largo del día de ayer se produjeron una cascada de pronunciamientos con la intención de dejar claro que la Junta no discrimina a Sevilla en sus presupuestos. El propio alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, publica hoy un artículo en este periódico en el que afirma que "no hay razón objetiva, ahí están los números, para el agravio, la queja, ni el descontento". El mencionado Valle, en un comunicado, sostiene que "como no podía ser de otra manera, la Junta viene llevando adelante y con éxito proyectos decisivos para el progreso de la provincia de Sevilla". Y la comisión ejecutiva provincial, en otra nota, de seis puntos, dice que el PSOE de Sevilla "es plenamente consciente que gracias a la Junta de Andalucía y, especialmente, a su presidente, nuestra provincia viene alcanzando avances sustanciales y significativos en infraestructuras, servicios públicos y bienestar social".

Ninguno de los dos comunicados desmiente la realidad de lo que se dijo en la reunión de delegados y de la retahíla de hipotéticos agravios citados. La dirección regional conocía con pelos y señales desde hace tiempo que esta tesis estaba circulando en reuniones más reducidas de delegados. "No sé por qué se escandalizan ahora cuando sale publicado en la prensa. Ése es el discurso que han mantenido desde hace dos meses", indicó una persona del entorno de Chaves.

La tesis de la dirección provincial es que hay un intento de dinamitar, "mediante interpretaciones erróneas e intoxicaciones", un acuerdo consensuado con Manuel Chaves, que según fuentes próximas a Caballos se estaba urdiendo, una versión que fue desmentida categóricamente por el entorno del presidente andaluz.

Según estas fuentes, Chaves mantuvo a lo largo del martes "contactos informales" con el secretario provincial, Luis Navarrete; el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín; y el delegado del Gobierno en Andalucía, José Antonio Viera, a los que trasladó que "en ningún momento" iba a aceptar una "imposición" de nombres de Sevilla para entrar en la ejecutiva regional. Las fuentes citadas indicaron que el presidente de la Junta también les pidió que en la baraja de nombres se incluyera "a lo que es la realidad en estos momentos del partido en Sevilla", en referencia a personas que no pertenecen a la actual mayoría.

"Ya no es el momento de hablar, sino de actuar", afirmaron fuentes de la dirección regional, las cuales insistieron en que el presidente de la Junta "no va a ceder al pulso de Caballos". Será mañana, una vez que sea elegido por cuarta vez secretario general en votación individual y secreta, cuando Chaves inicie las negociaciones formales con los ocho jefes de delegación para componer una ejecutiva. En ese momento se empezará a vislumbrar si se produce una solución que satisfaga a todos, lo que al día de hoy se ve difícil.

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