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Carlos Alonso Zaldívar, nuevo embajador en Cuba

El Consejo de Ministros nombró ayer a Carlos Alonso Zaldívar nuevo embajador en Cuba. Este diplomático de carrera, nacido en Bilbao en 1946, comenzó en 1985 a trabajar como asesor ejecutivo del ministro de Asuntos Exteriores (primero con Fernando Morán y después con Francisco Fernández Ordóñez), puesto en el que permaneció hasta 1988. Ese año fue destinado a la Embajada de España en Washington para ocuparse de los asuntos político-militares. En 1990 retornó a Madrid y fue nombrado director general del Departamento de Estudios del Gabinete del presidente del Gobierno (Felipe González). En 1994 fue nombrado embajador de España en la República de Corea, donde permaneció hasta 1997. Posteriormente ocupó la segunda jefatura de la Embajada de España en Israel hasta 2001. Desde entonces ha sido consejero cultural de la Embajada de España en Roma.

Antes de ingresar en la carrera diplomática fue profesor de álgebra en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos de la Universidad Politécnica de Madrid, integrante del equipo de estudios técnicos y económicos de la empresa Iberplan, SA e investigador en el International Institute of Peace Research de Oslo.

Bajo el franquismo fue un opositor activo, como militante estudiantil y como dirigente del Partido Comunista. Detenido muchas veces, fue procesado en dos ocasiones, condenado a tres años de cárcel y obligado a realizar el servicio militar ordinario tras haber hecho las milicias universitarias. Contribuyó al abandono de la vía armada de ETA VI negociando la incorporación de parte de sus militantes al PC de Euskadi en 1974.

Dirigió la delegación del PCE en las negociaciones con el PSOE de las que resultó el "pacto municipal de izquierdas de 1979". La noche del golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 representó al PCE en el llamado "gobierno de subsecretarios". Participó en las negociaciones posteriores entre UCD, PSOE, PCE y AP sobre el futuro del sistema autonómico. A finales de 1981, por desacuerdos políticos, abandonó el PCE, de cuyo Comité Central, ejecutivo y secretariado fue miembro.

Por otra parte, el Gobierno nombró también ayer embajador en Uruguay a Fernando Valderrama, que fue encargado de negocios de la delegación española en Irak hasta que dimitió por discrepancias con la línea mantenida por el Gobierno, entonces del PP, en la fase previa al comienzo de la guerra de Irak.

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